Apenas una hora después de que la Cámara de los Comunes diera ayer luz verde a la ofensiva sobre territorio sirio, los Tornado de la Fuerza Aérea (RAF) británica realizaron los primeros bombardeos.

El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, ha explicado en declaraciones a la BBC que estos ataques han estado concentrados en seis objetivos del yacimiento de Al Omar, controlado por Estado Islámico. El ministro ha destacado que se trata de un «duro golpe» a las instalaciones y, por extensión, a «los ingresos de los que dependen los terroristas».

«Se puede hacer mucho desde el aire para ayudar a cortar las fuentes de ingresos de Daesh, sus rutas de suministro, atacar los edificios desde los que preparan actos terroristas como el que vimos en París», ha añadido.

El ministro británico ha advertido de que la lucha contra Estado Islámico «no será rápida» y ha apostado por seguir, de momento, con la ofensiva aérea. «Con el tiempo, se podría movilizar a fuerzas terrestres dentro de Siria para acabar con Daesh de una vez por todas», ha advertido.