
En un comunicado, Eguzki ha dicho que ante los resultados electorales, este colectivo no puede mirar «impasible» ante la petición de reapertura y funcionamiento de Garoña y ha exigido «dejar garantizado el cierre definitivo de la central».
Este colectivo ha puesto el acento en el debate de la seguridad y ha denunciado que «la voluntad mayoritaria ha pretendido ser violada con la posible reapertura de Garoña».
¨Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada y porque lo demanda la sociedad», ha subrayado.
El colectivo ecologista ha exigido a los gobiernos, partidos y empresas «que no pongan en peligro la vida de un millón de personas del entorno» de la central y que la cierren y desmantelen.

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