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Pegida intenta sacar partido de las agresiones a mujeres en Colonia

El movimiento islamófobo Pegida y la ultraderecha alemana intentan sacar partido del descontento por las agresiones a mujeres de la pasada Nochevieja en Colonia. Ayer lo hicieron con una manifestación en esta ciudad, que fue respondida por concentraciones antifascistas y acabó con una carga policial.

El movimiento islamófobo alemán y la ultraderecha intentan aprovechar el descontento por las agresiones ocurridas en Nochevieja en Colonia y ayer organizó una manifestación en esta ciudad, en la que Policía cargó y empleo cañones de agua contra los concentrados.

Alemania ha visto llegar 1,1 millones de demandantes de asilo huyendo de guerras y conflictos en 2015 y la utilización de la violencia de Colonia puede hacer mella en la opinión pública, hasta ahora abierta a la acogida de refugiados.

Los agentes respondieron después de que los manifestantes, convocados por Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) con el apoyo de la formación ultraderechista Pro Köln, lanzaran petardos y latas de cerveza contra los policías, según Reuters.

La Policía había pedido a los manifestantes que se concentraran en la plaza de la estación central de tren, punto de partida del recorrido autorizado. Allí, los participantes corearon consignas como «¡Merkel vete ya!» y exhibieron una pancarta con el lema «Refugiados, no sois bienvenidos».

Una portavoz de la Policía indicó que unas 1.700 personas secundaron la convocatoria y que la mitad de ellas procedían de mundo hooligan. Varios medios señalaron la presencia de miembros de Hooligans contra Salafistas, un movimiento ultraderechista que protagonizó una batalla campal en Colonia en 2014. La Policía desplegó unos 1.700 agentes para controlar la manifestación de Pegida y las contramanifestaciones antifascistas, a las que asistieron unas 1.300 personas. «Estamos aquí par hacerles callar. Es inaceptable que Pegida explote la horrible violencia sexual ocurrida en Nochevieja y difunda sus gilipolleces racistas», señalaba una de las participantes, Emiliy Michels. En una concentración previa, secundada principalmente por mujeres que, ante la catedral hicieron sonar silbatos y cacerolas, se desplegó una pancarta con el texto «No significa no. Lejos de nuestros cuerpos».

La presencia policial fue mucho mayor que en la noche de Nochevieja, cuando se produjeron al menos 120 robos y agresiones sexuales a mujeres, algunas de ellas perpetradas por extranjeros.

La policía de Colonia, hasta ahora parca en datos sobre lo ocurrido, informó ayer de que se han presentado ya 379 denuncias por presuntos delitos cometidos ante la estación central de esa ciudad alemana en Nochevieja y que alrededor del 40 % de ellas son por agresiones sexuales. Añadió que la mayor parte de las personas que investiga proceden de países norteafricanos. «Son en su mayor parte solicitantes de asilo y personas que se encuentran de manera ilegal en Alemania», añadió, pero sin ofrecer cifras. En estos momentos se estudia si se puede acusar a estas personas de delitos concretos y en qué grado, concluyó la policía, que habla abiertamente de la presencia de solicitantes de asilo en los sucesos después de que se acusara al presidente del cuerpo, destituido ayer, de haber ocultado ese dato. Por el momento solo el Ministerio del Interior ha ofrecido cifras sobre refugiados presuntamente implicados en los sucesos de la Nochevieja a partir de la información recopilada por la policía federal, que identificó a 31 presuntos delincuentes, fundamentalmente por robos y lesiones, y 18 de ellos eran solicitantes de asilo.

 

Merkel: «El derecho de asilo se puede perder»

La canciller alemana, Angela Merkel, sigue endureciendo el discurso sobre los refugiados y ayer advirtió de que los solicitantes de asilo y refugiados que cometan delitos podrían perder su condición y ser expulsados del país. «El derecho de asilo se puede perder si alguien es condenado, está en libertad condicional o es encarcelado», afirmó Merkel tras una reunión de la dirección de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). «Quienes delincan recurrentemente con robos o agresiones a mujeres deben sentir toda la fuerza de la ley», añadió. Merkel reiteró además su intención de reducir la cantidad de extranjeros que entran en Alemania a más largo plazo. «Es importante que, donde la ley no sea suficiente, sea modificada», añadió. La actual legislación prevé la deportación de los solicitantes o asilados si son condenados al menos a tres años de prisión y siempre y cuando su vida no corra peligro en su país de origen. La CDU deberá acordar este endurecimiento de posturas y cambios legales con sus socios de gobierno socialdemócratas, pero el SPD también ha multiplicado los mensajes de dureza en los últimos días. El ministro del Interior, Thomas de Miaziere, prometió legislar «rápidamente», y anunció más videovigilancia y presencia policial, justicia rápida y penas más duras. GARA