
El principal objetivo de la iniciativa es evitar el aumento de la población de mosquitos, ya que un murciélago puede comer más de 1.000 de estos insectos en una noche. Estas cajas, a modo de nido, se han instalado durante marzo y abril en Caparroso, Zarrakaztelu, Faltzes, Funes, Martzilla, Milagro, Azkoien y Alesbes, dentro del proyecto europeo LIFE+Territorio Visón.
En las márgenes de ambos ríos escasea el arbolado de gran tamaño, que proporciona cobijo a muchas especies de murciélagos en sus huecos y grietas.
Por ello, los refugios van a suponer durante muchos años hábitat de descanso y reproducción hasta que la recuperación ambiental de las orillas produzca un arbolado de madurez suficiente.
Estos refugios podrán albergar alrededor de 6.000 murciélagos de diferentes especies, tamaños y comportamientos. También se ha acondicionado una antigua cabaña ganadera en desuso, para que pueda ser ocupada por colonias de especies de murciélagos que no viven en árboles.
Esta es la primera vez que se realiza una labor de este tipo en un entorno fluvial. Medio Ambiente considera que es «especialmente importante» fomentar la recuperación de las poblaciones de murciélagos en el entorno de ríos y zonas húmedas, donde hay gran proliferación de insectos, especialmente de mosquitos. Así, se intenta compensar la situación actual, que presenta mucho alimento para los murciélagos pero pocos refugios donde reproducirse.
El papel de los murciélagos como controladores biológicos de las poblaciones de mosquitos también tiene una repercusión positiva en la salud, como se ha puesto de manifiesto tras la aparición en Europa de nuevas especies de mosquitos, o de virus como el Zika, transmitido por un mosquito.
En la agricultura, también se ha demostrado su eficacia depredadora contra algunas plagas, como la barrenadora del arroz.
Seis millones de mosquitos por noche
El murciélago, único mamífero volador, está protegido en toda Europa. En el continente están catalogadas cerca de 30 especies, de las que más de 20 están presentes en Nafarroa.
Su voracidad es tal que, a modo de ejemplo, un murciélago de la especie «Cabrera», el más común en la cercanía de los ríos, es capaz de ingerir más de 1.000 mosquitos por noche.
Como dato curioso, cabe destacar que un ejemplar de este mamífero come diariamente el equivalente a la mitad de su peso. De este modo, se calcula que los murciélagos albergados en los nuevos refugios eliminarán 6 millones de mosquitos todas las noches.

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