Aritz INTXUSTA

No cambian las agresiones, cambia cómo hacerles frente

Los sanfermines parecen haber despertado este año a la oscura realidad de las agresiones sexistas, pero no es así. La respuesta dada a estos ataques que han existido siempre ha requerido de paciencia y trabajo y todavía le queda un enorme camino por recorrer.

Es difícil saber si este año ha habido más o menos agresiones sexistas en sanfermines, porque sencillamente no hay con qué compararlo. Las cifras no se homogeneizaban y los distintos cuerpos policiales las gestionaban cada uno a su manera. Estos serán los primeros sanfermines donde la información se acumula y se procesa con rigor. Además de la agresión sexual que despertó la solidaridad del día 7, ha habido otras tres denuncias de este tipo. Y otra más por intento de agresión. Jurídicamente, se entiende por agresión cuando «se ha ejercido la violencia o intimidación» y dentro de esta categoría entran las violaciones. De esta forma, se diferencian del abuso, que es cuando «no media violencia» y cuyo ejemplo más común podría ser un tocamiento. El feminismo usa otra terminología más acertada, ya que todas son agresiones sexistas, por lo que distingue entre actos de alta intensidad (agresión) o de baja (abuso).

Según detalló ayer el alcalde Joseba Asiron –a falta de que todos los cuerpos faciliten la información–, el año pasado hubo cuatro denuncias por agresiones de alta intensidad, aunque tres de ellas en grado de tentativa. El año anterior, hubo 12 denuncias sin que se discriminara por la intensidad de las mismas. Y los años anteriores tienen registros similares.

Después de lo vivido durante estas fiestas, ahora resulta casi increíble que no se manejaran datos más fiables durante los últimos años. «Los pamploneses y pamplonesas han hablado y han dicho alto y claro que no van a permitir que este tipo de ataques tengan cabida en esta ciudad», señaló el alcalde. Asiron considera que estas fiestas han sido «un punto de inflexión en el tratamiento de las agresiones» y animó a otras ciudades «a que trabajen en este sentido, ya que estamos convencidos de que solo desde la visibilización se puede convencer a la ciudadanía».

Porque estos sanfermines también hay datos que mueven a la esperanza, empezando por las miles de personas que salieron a la calle los días 7 y 11 a protestar y mostrar su compromiso para combatir esta lacra. Además, el punto de información que colocó el Ayuntamiento en la Plaza del Castillo atendió a 7.475 personas, más del doble que el año anterior. Y otro dato contundente es el de la eficacia policial. Se ha detenido al presunto agresor prácticamente en el 80% de los casos. Es decir, aunque sigue existiendo cierta impunidad, lo más probable es que en sanfermines pillen a los autores. Por ello, el alcalde puso en valor el trabajo de la Policía Municipal, subrayando que han sido ellos los que han efectuado casi el 100% de los arrestos, con un apoyo clave de la Policía Foral, sobre todo en la detención de los cinco jóvenes andaluces que hoy siguen en prisión acusados de una agresión múltiple.

Trabajo conjunto con colectivos

Pilar Mayo lleva 19 años como técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Iruñea. En su opinión, lo que ha pasado es que la campaña de sensibilización y prevención ha sido un éxito. «La ciudadanía ha reaccionado con una contundencia sobrecogedora», afirma. La clave, a sus ojos, ha sido «la coordinación con los colectivos a través del grupo Sanfermines en Igualdad». Mayo reconoce que «el problema es que las agresiones persisten», pero está convencida de que «estamos en el buen camino».

Mayo sostiene que la reacción ciudadana no ha surgido de un día para otro. Conseguir que miles de personas volvieran a llenar de nuevo la Plaza del Ayuntamiento un día después del txupinazo no fue fruto del azar, sino que formaba parte de un protocolo para poner freno a estos abusos que se ha meditado con calma y esfuerzo.

«El punto clave para cambiar las cosas fue la campaña contra las agresiones que se vieron en el txupinazo de 2013. Ahí comenzó un trabajo conjunto con los colectivos. El movimiento feminista siempre ha sido muy fuerte en esta ciudad, pero antes de que se creara el grupo Sanfermines en Igualdad cada uno hacía la guerra por su cuenta. Desde 2014, se usan los mismos lemas y vamos a una, con objetivos y acciones comunes».

Miren Albisu, de Gora Iruñea!, también fecha en el 2013 el inicio del cambio de paradigma. «Fue a raíz de las imágenes del txupinazo donde se apreciaban agresiones que supusieron un escándalo en el Estado. Entonces, el Ayuntamiento de UPN se vio forzado a moverse y empezamos a trabajar con ellos», prosigue Albisu. «En Sanfermines por la Igualdad hay gente de todas las sensibilidades, pero hay algo en común que nos une», subraya. «Al final, nos beneficiamos los dos. Nosotras llegamos donde el Ayuntamiento no llega y ellos tienen posibilidad de hacer llegar nuestro mensaje a lugares donde antes no se oía», afirma Albisu.

«Agresiones en sanfermines ha habido siempre –retoma la técnica de Igualdad del Ayuntamiento–, pero se equivoca el que piensa que es un problema propio de esta ciudad o los sanfermines. Tiene que ver con la fiesta, sí, pero con todas las fiestas, grandes y pequeñas. Lo que pasa es que el altavoz de los sanfermines es mucho mayor». Mayo está orgullosa y sueña con convertir a la ciudad en un referente mundial contra estas agresiones. Sin embargo, alerta de que existe gente que aún es reaccionaria a esta postura. «Algunos dicen que con estas campañas se da mala imagen de la ciudad. Yo pienso que se da una imagen excelente y que, ahora mismo, somos un ejemplo».

Sí que es cierto y comprobable que el eco que han tenido las dinámicas contra las agresiones en Iruñea ha sido global. Noticias de este medio de comunicación, como la que aseguraba que había más gente en la protesta contra la violación de una joven madrileña que durante el txupinazo, saltó primero al ámbito estatal y agarró fuerte en Catalunya, pero también en México donde el problema de la violencia contra la mujer es sensiblemente más grave. Y el mensaje que rebotaban activistas mexicanas era el mismo que el de Mayo: «Este es el camino».

Crítica a los medios de comunicación

No todo son palmadas en la espalda. El alcalde fue muy crítico ayer por el amarillismo con el que se trataron las agresiones –principalmente la de la joven madrileña– en la prensa en general y llamó a que se haga autocrítica. En un determinado momento, los medios parecían ávidos de buscar nuevos detalles morbosos del caso, como si fueran estas particularidades de la agresión las que explicaran una respuesta tan masiva y contundente. Erraron de plano. La gente no salió a mostrar su repulsa por los detalles, porque sencillamente en ese momento no se sabían. De lo que único que se tenía conocimiento era de que existía un relato veraz de una agresión sexual el primer día de las fiestas. La clave, por tanto, nunca estuvo en los detalles de lo ocurrido, sino en el músculo de los colectivos feministas de la ciudad, que han conseguido que la ciudadanía deje de mirar hacia otro lado ante las agresiones.

«Nosotras nos venimos reuniendo en Sanfermines en Igualdad desde enero. Al principio una vez a la semana o cada dos, pero conforme se acercan las fiestas el ritmo aumenta, es frenético, y hay dos y tres encuentros por semana», comenta Albisu. «Lo que ha ocurrido en fiestas no es fruto de la casualidad, sino que tiene mucho trabajo detrás. Nuestras campañas han llegado a la gente y se nota. Lo que ha marcado la diferencia este año es que la gente ha respondido de forma alucinante», sentencia la activista de Gora Iruñea.

 

asiron, muy satisfecho de unas fiestas más populares

El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, se mostró ayer «muy satisfecho» con las fiestas de este año. En especial, por haber logrado una «mayor participación popular». Destacó que por primera vez se dejó en manos de la ciudadanía elegir al lanzador del txupinazo –honor que recayó en un anciano muy forofo de las fiestas, conocido como “El Tuli”–. También mencionó que el Ayuntamiento cedió sus espacios para ver el encierro a asociaciones de discapacitados y colectivos de mayores, así como la invitación de las asociaciones de barrios al interior de la casa consistorial durante el txupinazo. Más allá de estos guiños, el alcalde subrayó que la programación se ha gestionado dentro de la Mesa de los Sanfermines y con la participación de unos cincuenta colectivos que forman parte de la fiesta. Además, Asiron suscribió el éxito de las txosnas del movimiento popular a distintas plazas de Alde Zaharra. «Se ha empezado a recuperar la esencia popular de las fiestas», proclamó el alcalde. «Hace tres años nos marcamos un triple objetivo: que fueran comprometidas, participativas y populares y en ese camino seguiremos», afirmó.

Por su parte, los otros grandes protagonistas de la fiesta, Herri Sanferminak, también se mostraron contentos de cómo se ha desarrollado su programación en las distinas plazas en las que instalaron las txosnas. Su primera valoración es «muy positiva», avanzaron. «Vemos que hemos podido cumplir los objetivos iniciales que nos marcábamos: crear nuevos espacios donde se ofreciera un ocio alternativo, priorizando otros valores, empoderar a nuevos protagonistas que quieran trabajar por otro modelo festivo y plasmar la necesidad de afrontar un verdadero debate sobre el futuro de estas fiestas», afirmaron en un comunicado. No obstante, adelantaron también que van a recoger valoraciones de la ciudadanía y que seguirán creando debates sobre cómo ha de ser el modelo festivo de la ciudad.

En el apartado cultural, también el Ayuntamiento considera acertadas las apuestas que planteó. En primer lugar, considera un acierto el haber recuperado la gestión directa de los conciertos de la Plaza de los Fueros y destacó que, en líneas generales, se ha subido en aceptación y afluencia de gente prácticamente en todos los espacios festivos. El aumento más destacable ha sido el de los espacios de jazz, cuya aceptación ha subido un 33%, especificaron.

El único pero que ha puesto el Ayuntamiento en la valoración de las fiestas ha sido la no exhibición de la ikurriña en el mástil de la balconada, por lo que instó al Parlamento a sacar adelante la nueva Ley de Símbolos que ya está acordada y redactada.A. I.