@albertopradilla
MADRID

Rajoy se presenta como única alternativa pero no se molesta en pedir la abstención del PSOE

Tres razones principales ha ofrecido el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, para defender su candidatura. «España necesita un Gobierno con urgencia», su partido es el preferido en las urnas y «no existe alternativa» a un Ejecutivo liderado por su partido. El acuerdo de PP, Ciudadanos y Coalición Canaria no será suficiente y es previsible que el inquilino de La Moncloa sea rechazado. En su discurso, plano y autocomplaciente, no se ha molestado en pedir la abstención del PSOE.

Rajoy durante su discurso de investidura. ( PIERRE-PHILIPPE MARCOU | AFP)
Rajoy durante su discurso de investidura. ( PIERRE-PHILIPPE MARCOU | AFP)

«España necesita un Gobierno eficaz con urgencia, los españoles han señalado su preferencia por el PP y no existe una alternativa viable». Estas son las razones esgrimidas por el presidente español en funciones, Mariano Rajoy, para presentar su candidatura. Ha insistido en la necesidad de presentar los presupuestos a Bruselas antes del 15 de octubre y ha considerado que una alternativa (que estaría liderada por PSOE y Podemos) sería «radical e ineficaz».

Lejos queda aquel Rajoy ácido y duro de la investidura de Pedro Sánchez. Durante la hora y media en la que ha intervenido, el líder del PP ha optado por la estrategia del agotamiento. Su discurso, soporífero, se ha quedado entre la autocomplacencia, la nada y la falsedad. Ha reivindicado la labor desarrollada por su Ejecutivo durante los últimos cuatro años, se ha apropiado del mensaje de Ciudadanos proponiendo un «pacto nacional» para casi cualquier cosa y ha lanzado datos económicos de dudosa verosimilitud, empezando por negar por enésima vez el rescate del Estado español. Ha llegado a argumentar que se salió de la crisis sin «devaluar la moneda», obviando que este mecanismo no está al alcance del Gobierno español desde la entrada en el euro y ha afirmado que tampoco se ha endeudado más el Estado, pasando por alto que la deuda pública supera el 100% del PIB, encontrándose en el punto más alto del último siglo. 

«No hay mayor daño que decir a los ciudadanos que su voto es inútil y repetir elecciones». El candidato del PP ha hecho especial hincapié en la economía y «la unidad de España» para evitar acudir, de nuevo, a las urnas. Para ello, ha mantenido su apuesta por una Gran Coalición «como las que funcionan en los países de Europa». 

«Nuestro proyecto tiene un objetivo claro: el empleo. Es la meta de toda política económica», ha señalado, añadiendo que cuando llegó a la presidencia «se destruían 1.400 empleos y ahora se crean 1.600», pese a que el paro ha subido durante casi toda la legislatura.

A pesar de las casos de corrupción que asolan al PP, Rajoy ha solventado el asunto en apenas minuto y medio. Se ha limitado a enumerar las medidas incluidas en su pacto con Ciudadanos y 

Del mismo modo, ha señalado de forma directa al PSOE para reclamar un «consenso» en servicios públicos ofreciendo «un modelo estable que preserve igualdad y solidaridad entre todos los españoles». A pesar de que necesitaría sus votos para ser investido, Rajoy ha ignorado a Pedro Sánchez. Le ha tentado con sus «pactos nacionales» pero no se ha molestado en pedirle la investidura. Su estrategia ha sido presentarse como la única alternativa posible, lo que lleva a la lógica de que el PSOE tiene que abstenerse si no quiere evitar elecciones.

Tampoco ha olvidado el denominado «desafío independentista» de Catalunya o Euskal Herria. Así, ha calificado el independentismo como «amenaza explícita contra la unidad territorial, igualdad y convivencia». «No cabe la ambigüedad. En términos políticos y constitucionales el único pueblo soberano es el español», ha añadido. Ha reconocido que el proceso soberanista en el Principat es el gran reto que tiene por delante el «establishment», dejando claro que no permitirá que los catalanes se expresen en las urnas y aceptando el pacto «por la unidad de España y por la Constitución» que defiende Ciudadanos. 

Hoy está más claro que ayer que el pacto con Albert Rivera no será suficiente para que Rajoy sea investido presidente. Los 170 escaños que sumarán PP, Ciudadanos y Coalición Canaria solo servirán para poner en marcha la cuenta atrás. Si no hay Ejecutivo en dos meses, se repetirían los comicios por tercera vez. Resulta paradójico que hoy hoy Rajoy haya dedicado más tiempo a la «agenda canaria» que ha poner en valor el acuerdo con Albert Rivera. Otro gesto que muestra la animadversión de Génova hacia el partido naranja que, sin embargo, no tiene otra opción que someterse.

Tras el discurso de Rajoy, las réplicas llegarán mañana a partir de las 09:00. El Congreso espera que la votación tenga lugar mañana sobre las 19.00. En caso de que se cumpla la previsión y Rajoy no logre el apoyo suficiente, se volverá a celebrar un debate exprés 48 horas después y se votará el viernes.