Ramon Sola

Iruñea y Madrid finiquitan el convenio Sanz-Blanco del TAV, ruinoso para Nafarroa

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno navarro, Manu Ayerdi, han acordado en Madrid superar el anterior convenio de financiación del TAV entre las dos administraciones, firmado en 2010 por Miguel Sanz y José Blanco y por el que el líder de UPN aceptó adelantar el dinero de la obra y asumir los intereses al completo.

Íñigo de la Serna y Manu Ayerdi, durante su encuentro. (J. DANAE/ARGAZKI PRESS)
Íñigo de la Serna y Manu Ayerdi, durante su encuentro. (J. DANAE/ARGAZKI PRESS)

Después de que el Gobierno español e instituciones de la CAV hayan alcanzado acuerdos sobre la llegada del TAV a Bilbo, Gasteiz y Donostia, el foco sobre esta cuestión se ha desplazado este martes a Nafarroa, con una reunión en Madrid entre el nuevo titular español de Fomento, Iñigo de la Serna, y el vicepresidente económico de Nafarroa, Manu Ayerdi. La principal conclusión ha sido que se redactará un nuevo convenio de financiación para el tramo Castejón-Iruñea, superando el firmado en abril de 2010 por Miguel Sanz –entonces presidente navarro por UPN– y José Blanco –a la sazón ministro de Obras Públicas del Gobierno Zapatero–.

Aquel acuerdo fue muy perjudicial para Nafarroa, porque Sanz decidió adelantar el dinero de las obras íntegramente y asumir además en su totalidad los intereses correspondientes. Madrid se comprometía a devolver todas las cantidades varios años más tarde. En la actualidad, debe reintegrar 45 millones por los trabajos realizados, algo que asume el ministro De la Serna.

Ese pacto se alcanzó además en un momento político curioso: apenas un mes antes de que Zapatero ordenara un brutal recorte del gasto público (por orden europea) que se tradujo en un parón casi completo de las infraestructuras, y tres años después de que el propio Blanco fuera figura clave en el «agostazo» que permitió a Miguel Sanz seguir como presidente.

Ayerdi y De la Serna se comprometen ahora a firmar un nuevo convenio, sobre el que por ahora no hay datos ni plazos. Ambos dicen coincidir en la necesidad de unir a Iruñea con los diferentes ejes ferroviarios para el tránsito de personas y también de mercancías.

El acuerdo programático suscrito por las cuatro fuerzas del cambio dice lo siguiente sobre el TAV: «Con respecto a la solución ferroviaria en larga distancia y sin perjuicio de que se apueste a largo plazo porque Navarra no quede fuera del corredor Atlántico Mediterráneo con una solución ferroviaria para personas y mercancías, en este momento el compromiso de este Gobierno es a no dar ningún paso administrativo con respecto al actual tramo de Campanas-Castejón convenido con el Estado para estudiar con exhaustivo rigor la situación».