La defensa de la presa vasca Sara Majarenas volverá a reclamar su libertad para que pueda estar con su hija Izar, víctima de la agresión de su padre. Argumentan el incumplimiento del auto del juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, que ordenaba la ampliación de los horarios de visita de la donostiarra a la menor, que permanece en el hospital La Fe de Valencia.

El viernes, la sala tercera de la Audiencia Nacional española denegó la excarcelación de la donostiarra basándose en un auto emitido la víspera por Castro, titular del juzgado central de Vigilancia Penitenciaria. En él, el magistrado ordenaba la ampliación del régimen de visitas de Majarenas a su hija, atendiendo a los intereses de la menor y para evitar una mayor «victimización» de la madre.

La realidad es que la cárcel de Picassent ha mantenido la situación prácticamente igual: permite a la presa estar con su hija dos horas cada dos días en lugar de la hora que estaba realizándose hasta ahora.

A lo largo de la jornada de hoy, la defensa de Majarenas se ha puesto en contacto con la prisión para saber si tenían previsto modificar el criterio. Ante la constatación de que la cárcel no iba a cambiar de posición, la abogada ha anunciado dos iniciativas: por un lado, ante el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, a quien le insta a posicionarse sobre el incumplimiento de su propio auto. Por otra, ante la sección tercera de la Audiencia Nacional, a quien le reclama la libertad de Majarenas. Cabe recordar que la única razón esgrimida por el tribunal especial para rechazar la suspensión de la pena de la donostiarra era el auto de Castro en el que se ordenaba ampliar el régimen de visitas.

Majarenas ha cumplido doce de los trece años de prisión a los que fue condenada y tiene prevista su salida en abril de 2018. El 15 de enero, su hija Izar fue herida de gravedad al ser acuchillada por su padre. Desde entonces, se ha multiplicado la demanda de que sea excarcelada para que pueda cuidar a su hija, que además de la brutal agresión padecida sufre la ausencia de su madre, tal y como ha denunciado hoy mismo Kontxi Ibarreta, su amona.