Después de estrenarse el pasado año en Artxanda, los organizadores han trasladado este año la prueba a una nueva ubicación en la que instalarán dos recorridos, uno de categoría 'Súper' -de 13 a 15 kilómetros y 24-29 obstáculos-, y otro de 'Sprint', de más de 6 kilómetros y 20-23 obstáculos.
'El Alambre de Espino', las 'Monkey Bars', el 'Salto con fuego', el traslado de neumáticos gigantes, la escalada de cuerdas y muros, palos de equilibrio o lanzamientos de precisión serán algunas de las pruebas que los participantes deberán superar al tiempo que realizan la carrera.
«En Bilbao tendremos obstáculos clásicos pero también habrá sorpresas que van acordes con la filosofía de la ciudad y las características orográficas del terreno, como ya vimos el año pasado en Artxanda», destaca Ángel Sanz, responsable de la prueba.
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