
Puigdemont ha intervenido en el acto de presentación de las garantías del eventual referéndum del 1 de octubre desde el escenario del Teatre Nacional de Catalunya, rodeado del resto del Govern, diputados de JxSí, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y unas urnas de metacrilato.
El presidente catalán ha incidido en que los dos aspectos claves para el 1-O son la participación y el resultado, que «ningún poder, ley o institución pueden frenar».
En este sentido, ha llamado a participar en el 1-O sin «desertar de la democracia», ya que «rendirnos o resignarnos llevará a pagar un precio más alto en las generaciones futuras», ha dicho.
Puigdemont ha subrayado que el Govern se compromete «a hacer posible este voto decisivo» y ha confiado en que el 1 de octubre Catalunya dará «un ejemplo al mundo».
Ha subrayado asimismo que el 1 de octubre «no habrá ningún choque de trenes», sino que «un tren del statu quo quedará en vía muerta y el otro continuará la marcha», pues incluso si ganara el no a la independencia «nada volverá a ser lo mismo», a su juicio.
Junqueras: «El Estado español, obligado a aceptar el resultado»
El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha asegurado, en el mismo acto, que el Estado español está «obligado legalmente a aceptar el referéndum» del 1-O porque creó su marco legal en torno al respeto de los derechos fundamentales y, en concreto, del derecho de autodeterminación de todos los pueblos y comunidades políticas.
Junqueras ha apoyado la legitimidad del referéndum del 1 de octubre en que los catalanes «están en manos de un Estado que no quiere que voten, es decir, que no les importa lo que los ciudadanos quieren, piensan y deciden», tanto los que apuestan por la independencia como los que no.
Llach reconoce a la CUP
El diputado de JxSí en el Parlament catalán Lluís Llach ha afirmado este martes que el camino hacia el referéndum del 1 de octubre «habría sido imposible sin la CUP», a la que ha agradecido su apoyo parlamentario que dota al independentismo de mayoría en el hemiciclo.
En su intervención ha asumido las diferencias y las contradicciones que les separan de la CUP, que no han sido impedimento para llegar a un acuerdo en torno al 1-O; ha afirmado que no disimulan los giros y dificultades que han sufrido para llegar a esa entente, y ha ironizado: «Y los litros de tila que hemos consumido unos y otros durante estos 18 meses», desde las elecciones del 27 de setiembre de 2015.

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