Ramon Sola
GALDAKAO

Una familia rota, un pueblo unido para despedir a Kepa del Hoyo

Kepa del Hoyo murió lejos de casa y casi solo, pero apenas 48 horas después el cementerio de Galdakao se ha llenado para despedirle en un acto tremendamente emotivo. Entre incesantes muestras de cariño a su compañera Maite y su hijo Peru, se ha subrayado también que «el mejor homenaje será la victoria».

Aurresku frente a Maite Sánchez y Peru del Hoyo, compañera e hijo de Kepa del Hoyo. (Aritz LOIOLA/ARGAZKI PRESS)
Aurresku frente a Maite Sánchez y Peru del Hoyo, compañera e hijo de Kepa del Hoyo. (Aritz LOIOLA/ARGAZKI PRESS)

Ante Maite Sánchez y Peru del Hoyo, madre e hijo, abrazados y cogidos de la mano en todo momento, centenares y centenares de personas han despedido en el cementerio de Galdakao a Kepa del Hoyo, fallecido el lunes en la cárcel de Badajoz. Y han prometido además seguir luchando por las aspiraciones que le llevaron a prisión hace 19 años: traer a casa a todos los represaliados y conseguir la independencia y el socialismo, ha resumido Arkaitz Rodríguez (Sortu) durante este acto de despedida. El mensaje lo ha subrayado el ‘Lepoan hartu ta segi aurrera’ interpretado y cantado por Inés Osinaga mientras claveles rojos se iban depositando ante la foto sonriente de Del Hoyo.

El momento más emotivo ha sido antes, con la intervención de Roberto, amigo y compañero de militancia ecologista contra Lemoiz allá por los años 80. Acudió a Badajoz a visitarle el sábado, tras 19 años sin verle y obviamente sin poder sospechar que esa sería la última comunicación que recibiría el preso. Sobreponiéndose a duras penas a la emoción, Roberto ha contado que vio a Kepa del Hoyo contento y sobre todo agradecido a su pueblo, al apoyo que le ha prestado todos estos años. «Me dijo ‘no sé cuándo, pero seguro que volveré a Galdakao’», ha narrado. «Quiero que sepáis que tenía muy presente su ligazón con el pueblo y que nosotros tenemos que mantener esos lazos, hacer piña con Maite y Peru, elaborar el duelo, sacar el dolor y vivir. Vivir, amar y luchar», ha seguido Roberto, entre aplausos. «Y sobre todo, que no olvidaremos a Kepa, no lo olvidaremos nunca».

El sonido de fondo de la trikitixa de Osinaga ha acompañado a Mikel Etxaburu en la lectura del poema que Kepa del Hoyo publicó en ‘Ametsen liburua’. Está dedicado a su compañera y su hijo, «mis dos grandes héroes», que lo han escuchado conteniendo las lágrimas y haciendo brotar las de casi todos quienes han asistido a esta despedida.

Antes de concluir, Arkaitz Rodríguez ha prometido a todos los represaliados vascos en nombre del conjunto de la izquierda abertzale que «no cejaremos hasta cumplir nuestros sueños, traer a todos los presos y presas a casa y conseguir la independencia y el socialismo». Ha denunciado que frente a algunos discursos escuchados estos días «no hay nada más antinatural que la dispersión, no hay nada más antinatural que obligar a cientos de familiares –ancianos y niños incluidos– a recorrer cientos de kilómetros para ver unos minutos a sus seres queridos». Al PP le ha espetado que «os pongáis como os pongáis y hagáis lo que hagáis, no vais a conseguir parar a este pueblo». Y al PNV y a Iñigo Urkullu, con cuyas palabras en Loiola se reconoce dolido, les ha recordado que «acabar con la dispersión es más responsabilidad suya que de ningún otro», en la medida que la promovió junto al PSOE en los 80 y la ha mantenido junto a PSOE y PP hasta la fecha.

Una delegación de Sortu y otra de EH Bildu –encabezada por Arnaldo Otegi– han acudido al tanatorio para arropar a la familia. Tras esta despedida se ha procedido a la incineración y ya el sábado la protesta tomará forma de manifestación y acto político en Galdakao.