Y es que si se asume la situación actual «estamos abocados a que nos secuestren, nos quiten lo que nos queda de autogobierno», ha dicho Araiz en su intervención en el Debate sobre el Estado de Nafarroa, en la que ha dicho que en ese acuerdo pueden encontrarse los que están frente al artículo 155, los que defienden el derecho a decidir, aunque tengan diferentes proyectos políticos.

Tras pedir que «nadie se asuste» porque no van a plantear «ningún proceso independentista», ha instado a dar tres pasos en relación con el estatus político de Nafarroa y así ha apostado por analizar y revisar el marco jurídico y político, abrir un proceso participativo y sobre ese análisis posibilitar que sea la ciudadanía navarra la que decida sobre el estatus político.

La situación que se vive en Catalunya y la respuesta del Estado y sus instituciones ha ocupado parte del discurso de Araiz, quien ha aludido a las consecuencias negativas de esas decisiones.

La posible aplicación del artículo 155 pese a que se pueda anunciar una convocatoria de elecciones en Catalunya, supone «una involución democrática», según Araiz, quien ha denunciado la utilización de este instrumento político por una minoría como es el PP, que cuenta solo con un 8 % de representación en Catalunya.

De «suma gravedad» ha calificado el ataque a la libertad de expresión que supone el control que se pretende de los medios de comunicación pública y aun más las medidas que se quieren aplicar en el Parlament, unas medidas que, en su opinión, a «UPN y PP les gustaría» que se aplicaran en Nafarroa porque ello «les daría posibilidad de su control».

Araiz, quien ha insistido en que lo que se pretende va «mucho más allá de Cataluña», ha aseverado que en Nafarroa sin haber llegado a aplicar el 155 «se ha ido laminando el autogobierno» y como ejemplo ha citado los 17 recursos ante el Tribunal Constitucional español de leyes navarras, el cuestionamiento de la Cámara de Comptos o la ley de estabilidad presupuestaria.

El proceso de «laminación de competencias» ha sido la respuesta del Estado a «la demanda de mayores competencias», según el portavoz de EH Bildu, que en este contexto ha abogado por un «gran acuerdo democrático para defender una relación de igual a igual».

En su opinión hay dos opciones, «o apostamos por decidir en Navarra y decidir sobre todo o nos decidirán por nosotros en Madrid».

En cuanto a la gestión del Gobierno navarro, ha señalado que han pasado dos años desde que se produjo «un vuelco político e institucional» y los pasos que se han dado van en la línea del acuerdo programático.

Es momento para «reflexionar y profundizar en el esfuerzo colectivo de transformación», ya que el cambio es un proceso «gradual y de largo plazo», en el que deben trabajar de la mano las instituciones y la ciudadanía, ha apostillado.

Ha asegurado que se están haciendo cosas, pero no solo lo que la oposición plantea como única obsesión, tras lo que ha subrayado el compromiso con el reparto de la riqueza, la apuesta por los derechos de todas las personas y la democratización del funcionamiento de la administración.

De la reforma fiscal ha dicho que se ha cumplido el objetivo de que «quien tenga más pague más», a lo que ha añadido que «hay que dar más pasos», y aunque ha reconocido que no hay Plan de Empleo ha apuntado que se está reduciendo el desempleo.

Araiz ha reiterado su crítica a la zonificación que recoge la Ley del Vascuence, ha reconocido diferencias con el Gobierno respecto al tren de alta velocidad y ha sostenido que «hay que garantizar agua de consumo de calidad para toda la Ribera».

Sobre la negociación del convenio económico ha comentado que el hecho de que la presidenta diga que se está a la espera del impulso político del Gobierno español, refleja que es el Estado el que condiciona las decisiones.