«El Gobierno en este momento está notoriamente molesto y enfadado con Siemenes Gamesa. La compañía no ha estado a la altura en materia de credibilidad», ha sostenido el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, quien ha pedido que no se dé la cifra de 107 despidos como definitiva, ya que el Gobierno «en absoluto la da por definitiva».

Así lo ha manifestado en el pleno de control al Gobierno, en el que ha respondido a dos preguntas sobre Siemens Gamesa formuladas por Laura Pérez (Podemos) y Javier Esparza (UPN).

La parlamentaria de Podemos ha preguntado también si se plantea la suspensión de cualquier tipo de ayuda pública a empresas que sin declarar pérdidas ejecuten expedientes de regulación de empleo.

Pérez ha dicho compartir ese «profundo malestar y cabreo», para señalar que esos 107 despidos que se suman a los de ejercicios anteriores que suman 372 afectados, una cifra «dramática», por lo que quizás «no sirvan solo las expresiones de cabreo».

Tras considerar «injustificadas» las medidas previstas que se sustentan en la reforma laboral, ha alertado de que esto no es «un hecho aislado», por lo que ha pedido que las grandes empresas no reciban «ni un euro más de nuestro dinero» mientras no se comprometan con la no deslocalización o rechacen las cláusulas fraudulentas en la contrataciones y que devuelvan lo recibido.

Ayerdi ha respondido que el Gobierno tiene que velar por hacer actuaciones en el marco de la legalidad y «seguramente momentos tan tensos como este» no sean adecuados para plantear medidas con un impacto tan amplio como propone.

Al respecto ha subrayado su disposición a impulsar medidas que fomenten la calidad en el empleo en empresas de todo tipo, pero ha remarcado que no ve razonable plantear medidas que desincentive la presencia en Nafarroa de empresas de determinado tamaño.

«El Gobierno va a estar encima de que las cosas se hagan desde el estricto cumplimiento de la legalidad», según Ayerdi, quien se ha mostrado abierto a reflexionar sobre la concesión de ayudas.

A continuación Javier Esparza ha preguntado por las medidas tomadas para impedir los despidos, a lo que Ayerdi ha respondido que el Gobierno ha trasladado a la compañía lo que quiere, el proceso de negociación todavía no ha hecho ni empezar, por lo que es «un momento más para estar entre bambalinas, que para estar en público diciendo qué se va a hacer o no».

Esparza ha respondido que el que ha hecho manifestaciones que no se han correspondido con la realidad ha sido él y en este sentido ha cuestionado sus mensajes de tranquilidad, en el sentido de que el impacto en Nafarroa no iba a ser relevante.

El portavoz regionalista ha subrayado al respecto que el 40 % de los despidos previstos en el Estado español corresponden a Nafarroa, si se tiene en cuenta la plantilla de cada territorio, el porcentaje de despidos es similar en todas ellas, ha hecho «autocrítica» por haber creído a la empresa cuando le transmitió una información que luego no ha mantenido y eso le ha generado una «gran frustración personal».

Ha puntualizado que el «cabreo» por el «incumplimiento de la palabra dada» se ha evidenciado también en la CAV.