Mikel ZUBIMENDI

«El espía comunista», falacia de tabloide contra un Corbyn que pasa al ataque

El viejo truco de los tabloides de caricaturizar a los líderes laboristas como espías del Kremlin y traidores al país está de nuevo en las portadas. Pero Jeremy Corbyn ha pasado al contraataque al hacerles frente en redes sociales y llevarlos ante los tribunales.

Publicando su imagen entre hoces y martillos para darle mayor efecto, los tabloides británicos de derechas llevan días publicando falsedades tras falsedades sobre Jeremy Corbyn, el líder del Partido Laborista. Con titulares rocambolescos que lo tachan de «colaborador», «reclutado» por los antiguos servicios de Inteligencia de Checoslovaquia y de «vender secretos», caricaturizan al veterano político como «espía comunista».

En realidad, nada nuevo bajo el sol. Es un viejo truco que funciona en la memoria colectiva británica, que vio cómo en los años 50 y 60 gente bien educada y privilegiada «traicionó» a su país como espías de la Unión Soviética. La historia de los «espías de Cambrigde» (Kim Philby, Donald Duart Maclean, Guy Burgess y Anhony Blunt) dio al público una buena razón para creer que todo el mundo podía ser como ellos.

De hecho, Corbyn no es la primera figura de la izquierda británica en ser víctima de esa misma acusación. El líder sindical Arthur Scargill fue acusado por los tabloides de financiar las huelgas mineras con dinero soviético, el líder laborista Neil Kinnock de estar conectado al Kremlin por haberse reunido una vez con un diplomático soviético y Michael Foot, periodista y político laborista, fue acusado de espiar para los soviéticos.

Corbyn ante el lobby de los tabloides

El único hecho contrastado es que Corbyn se reunió hace 32 años con un diplomático checoslovaco de nombre Jan Dymic, (usó nombre falso) pero que en realidad era Jan Sarkocy, miembro del servicio de seguridad. Esa información de Sarkocy ha inspirado este último intento de desacreditar y tumbar a Corbyn. A pesar que todas las demás fuentes han negado que Corbyn fuera un espía, que estuvo pagado por Moscú o que vendiera información, a pesar de que ese caballo estaba muerto desde que viera la luz, los tabloides de derechas han seguido golpeándolo con el látigo e intentando que recuperara el pulso, pero sin resultado alguno.

Corbyn ha acudido a las redes sociales para criticar a "The Sun", "Daily Mail", "Telegraph" y "Express" por publicar calumnias. Y, en cierta manera, ha roto dos convenciones no escritas en la política británica: que los políticos no pueden quejarse ni meterse con la prensa; y que no pueden acudir a los tribunales para zanjar las diferencias. En cierta medida, ha sido inteligente al descifrar que el ánimo y la opinión del público hacia la prensa ha cambiado. Y según reflejan las encuestas, la gente le ha dado la razón en su lucha por un periodismo justo y un debate respetuoso, por desafiar a los tabloides y su supremacía mediática al decirles que «el cambio está en marcha» y que la balanza de poder está cambiando de los oligopolios mediáticos hacia el pueblo.

La respuesta de los tabloides no se ha hecho esperar: «Corbyn amenaza a la libertad de prensa». Pero no han cambiado la percepción social sobre un tipo de prensa que ejerce un poder extraordinario a la hora de exponer fechorías, pero también para echar a la basura reputaciones y arruinar vidas.

Todo esto ilustra con precisión el problema con el periodismo de esos tabloides. Basta tener una fuente, sin importar que pueda tener su propia agenda, o sea fantasía pura. Si dice algo y sirve a la narrativa, se informa como si fuera un hecho. Los tabloides, cuyos dueños son increíblemente ricos y poderosos, delegan su gran poder en personas a las que parece que nadie puede pedir cuentas. Pero Corbyn no está dispuesto a aceptarlo.

Es cierto que existe un sistema de denuncias para las mentiras impresas, pero es un proceso muy arduo y costoso. Los tabloides creen que pueden seguir imprimiendo falsedades o exagerando hechos, porque la rectificación y las disculpas son leídas por mucha menos gente y mucho más tarde.