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Londres

May admite que Londres no logrará todo lo que quiere al negociar el Brexit

La primera ministra británica, Theresa May, admitió ayer que Reino Unido no obtendrá todo lo que quiere en las negociaciones sobre su salida de la Unión Europea, al tiempo que abogó de nuevo por un acuerdo de libre comercio «lo más amplio posible».

Theresa May trazó ayer los pilares de la nueva relación comercial que busca con la Unión Europea (UE) tras el Brexit, que, dijo, debe estar basada en una competencia «justa» para beneficio de ambas partes.

En su esperado discurso en Londres, detalló los objetivos de su negociación con Bruselas, centrada en el periodo de transición y la relación comercial, sin apartarse de sus prioridades: la salida del mercado único europeo y de la unión aduanera y el fin de la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia en territorio británico. Insistió en un acuerdo de libre comercio diferente de los existentes entre la UE y Canadá, o con Noruega, miembro del mercado único sin ser parte de los 27, un pacto más ambicioso, aunque signifique seguir dependiendo de algún modo de los asuntos europeos. «Como con cualquier acuerdo comercial, tenemos que aceptar la necesidad de compromisos vinculantes», sostuvo.

«Estamos saliendo del mercado único, la vida será distinta. De alguna manera, el acceso a los mercados del otro será menor que ahora», señaló May en su intervención en el edificio Mansion House, en la City de Londres, donde reconoció que Reino Unido no conseguirá todo lo que quiere del Brexit, aunque advirtió de que la UE tampoco.

Esta admisión supone un cambio de tono de May, a quien Bruselas reprocha querer los beneficios de pertenecer a la UE sin sus obligaciones.

En un momento de tensión con Bruselas por las implicaciones de la salida de la UE en la frontera entre Irlanda y el norte de Irlanda, May insistió en que Reino Unido no pondrá en peligro los Acuerdos de Viernes Santo restaurando los controles fronterizos, y ofreció «arreglos específicos», aunque rechazó de nuevo la oferta europea de dejar el norte de la isla en la unión aduanera porque eso amenazaría «la integridad del mercado único británico».

Las directrices de negociación europeas estarán basadas en la premisa de que Reino Unido efectivamente abandonará tanto el mercado único como la unión aduanera. Está previsto que los jefes de Estado y de Gobierno aprueben las directrices con sus líneas rojas para negociar la relación futura en la cumbre del 22 y 23 de marzo.