Maitane ALDANONDO
bilbo
Entrevista
MARÍA SAIZ
DIRECTORA DEL INFORME GLOBAL ENTREPRENEURSHIP MONITOR EUSKADI

«Creamos menos, pero con más garantías de supervivencia»

Saiz es profesora de la facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU en Sarriko donde también dirige el Master en Emprendimiento y Dirección de Empresas. Lleva tres años al frente del equipo de la UPV/EHU, la Universidad de Deusto y Mondragon Unibertsitatea que desde 2004 elabora este estudio anual sobre emprendimiento en la CAV. A finales de junio presentó los datos correspondientes al año 2017.

2.000 encuentas a ciudadanos entre 18 y 64 años, 36 entrevistas a expertos y varias estadísticas diagnostican la salud del emprendimiento en la CAV. María Saiz repasa los aspectos más relevantes del ecosistema dibujado por el Informe GEM y reivindica el protagonismo para quien se arriesga a emprender.

¿Cuál es el objetivo del estudio?

Explicar cómo influye el emprendimiento en el crecimiento económico y poner en el centro de este fenómeno a la persona. Tradicionalmente, está muy centrado en la empresa, pero el verdadero protagonista es quien pone su sudor, su emoción, su riesgo y su vocación.

La actividad emprendedora pasó del 3,3% en 2016 al 5,8% en 2017. ¿Cuáles son las razones?

Creo que más que crecer es posible que haya sido un año en el que ha florecido un acumulado de gente que tenía la idea, la estaba desarrollando, pero no se atrevía a lanzarse. Desde 2009 no teníamos este nivel de emprendimiento. El resto de los datos son muy estables, sobre todo, en la última década. Vuelve a crecer el emprendimiento por oportunidad, que es más de tres cuartas partes, y sólo un 20% es por necesidad, que en años anteriores ha sido mayor.

¿Qué particularidades tiene el emprendimiento en la CAV?

La característica fundamental es la calidad del emprendimiento. Creamos menos, pero con más garantías de supervivencia, mayor capacidad financiera, y mayor nivel tecnológico y de innovación. Estamos en los estándares o superando las medias europeas, no sólo la estatal. La necesidad de inversión inicial es más alta –23.500 euros frente a la media estatal de 15.000–, así como la aportación del propio emprendedor, y una mayor fortaleza financiera favorece la supervivencia. Son más potentes, con posibilidad de generar empleo y salarios más dignos.

¿Qué les motiva y condiciona a la hora de dar el paso?

La mayoría del emprendimiento de nuestro entorno es por oportunidad. Muchas veces la motivación vocacional es muy fuerte y lo que buscan no es tanto ganar más dinero, sino independencia, ser su propio jefe, llevar el timón. Tener el apoyo familiar es fundamental. Les condiciona el entorno. Donde más experiencia emprendedora hay, el espíritu se contagia, hay un arropamiento invisible... Pero todavía la mitad de la población no reconoce que ser emprendedor sea una profesión.

¿Qué aspectos urge mejorar?

Lo más urgente es la educación en todos los ámbitos, darle naturalidad a la persona emprendedora y reivindicar el papel que tiene en la creación de empleo e innovación. Los datos del informe «cantan», quien está tirando de la I+D son la pequeñas empresas nuevas. También hay que mejorar la transferencia de I+D de la universidad a la empresa. Cuesta. La normativa no ayuda y no está reconocido como mérito en la academia.

¿Cómo ha cambiado el perfil de la persona emprendedora?

Los primeros cuatro años el perfil era más de formación profesional, pero llevamos muchos años en los que el que crea es una persona muy formada, mayoritariamente varón, con una media de edad de 40 años. Lo que significa que emprender no es tan fácil. Lo haces cuando ya estás muy seguro, tienes experiencia y dinero para lanzarte.

Las mujeres van perdiendo el miedo a crear una empresa.

En los últimos tres años no sólo ha cambiado el indicador real de creación por parte de mujeres, sino que perciben más oportunidades, tienen menos miedo al fracaso... Esto tiene un valor muy bonito, porque tenemos mucho peso en la parte ideológica y educacional. Cuando la mujer observa que emprender es una buena opción profesional, con más valor que el que le dan los varones, entiendo que podemos tener perspectivas de futuro.

¿Qué consejo le daría a alguien que está pensando emprender?

Si vas a lanzarte, demuestra riesgo, porque tendrás apoyo, y déjate guiar, porque, si sabes buscar, hay gente muy experta que sabrá ayudarte en la parte económica. Emprende formado y con apoyo, hay un montón de administraciones públicas que te van a ayudar.