Dabid LAZKANOITURBURU

El dilema de Haddad

Haddad y el conjunto de la izquierda brasileña, huérfana de un Lula en prisión, afronta un dilema endiablado de cara a la segunda vuelta. El exalcalde de Sao Paulo, quien tras una gestión municipal progresista que sería la envidia de cualquier ciudad europea fue apeado del poder cuatro años después por el voto popular, pueder verse tentado a girar su campaña hacia el centro, a una especie de frente democrático para cortar el paso a Bolsonaro.

Su propia biografía, la de un académico en las antípodas de cualquier tipo de populismo, le facilitaría ese paso. El problema, sin embargo, es que entre los destinatarios de su llamamiento están los votantes de partidos que, desde 2016, han liderado la campaña de acoso y derribo –golpe de estado, golpe de palacio... el nombre es lo de menos– contra el PT y que empezó con la destitución de Roussef y acabó con Lula entre rejas. De paso, correría el riesgo de enajenarse a parte del voto popular tradicional del PT, que ya el domingo se quedó en casa.

Por contra, una campaña de izquierda tipo, además de poco convincente, le dejaría sin el voto, que lo hay y mucho, hastiado y que identifica injustamente todos los males con la gestión petista del poder. Más cuando todo apunta a que Bolsonaro –como Duterte en Filipinas y en cierta medida Trump en EEUU– ha seducido a ese electorado pobre y rabioso que en Brasil es adoctrinado en los templos evangélicos.