El Consistorio bilbaino no incluye como retribución en especie los abonos a la temporada de la Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera (ABAO) ni a las corridas de toros de Aste Nagusia, por lo que no se refleja en el certificado de retenciones e ingresos a cuenta de rendimiento denominado 10T. Lo ha confirmado Gotzone Sagardui, concejal delegada de Alcaldía, Contratación y Recursos Humanos, en respuesta a unas preguntas formuladas por EH Bildu.

Cada uno de los y las 21 concejales de PNV, PSE y PP reciben anualmente uno de los 32 abonos que el Ayuntamiento de Bilbo adquiere para ambos eventos, que corren a cargo del presupuesto municipal. Esos abonos suponen un pago en especie añadido al sueldo de los cargos públicos lo que, en consecuencia, incrementan su base de rendimiento de trabajo, tal y como señala el artículo 17 de la Normal Foral 13/2013 del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas.

En el caso de la temporada de ópera se trata de 32, a pesar de que son 29 los y las corporativas, con lo que los tres restantes son para cubrir «posibles incidencias de agenda y, en su caso, compromisos institucionales». Se trata de localidades de butaca de patio y terrazas de patio.

Acabar con el «privilegio»

EH Bildu denuncia el modo en que procede el Gobierno municipal con esta cuestión. «Del mismo modo que a cualquier trabajador se le exige que tribute por todos sus ingresos anuales, los concejales y concejalas no son quien para no hacer lo mismo», se pregunta su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga, quien recuerda el «altísimo sueldo que cobran y el importante importe de estos abonos que rondan los 1.000 euros».

«Estamos hablando de una situación de privilegio que rodea a la clase política y que no es de recibo. La ciudadanía no puede percibir que a la clase política se le exime de sus obligaciones tributaria», añade. Por ello, EH Bildu va a exigir que se acabe con estas prácticas. En caso de que no lo hagan, la primera fuerza de la oposición en el Consistorio bilbaino, reta al Gobierno Aburto a que presente una consulta vinculante ante la Hacienda foral «para que aclaren los términos de esta casuística».