Arantza Corrales y Elvira Arberas, en nombre de las plataformas de mujeres pensionistas, han denunciado en una rueda de prensa tras el encuentro con Landaida en Gasteiz la situación en la que viven las pensionistas jubiladas o viudas, que en la CAV cuentan con una pensión media de 873 y 822 euros respectivamente, aunque en la práctica, «más de la mitad de las mujeres están por debajo de estos niveles».

En ese sentido, Corrales ha achacado las bajas pensiones a las condiciones del empleo que han desarrollado en su vida laboral, «ocupando las profesiones y categorías laborales peor pagadas, con contratos a tiempo parcial y salarios precarios», y ha afirmado que «casi 100.000 mujeres han estado en la economía sumergida y su aportación no ha sido reconocida».

Una situación que Abreras prevé que se repita con la brecha salarial de género, «que aboca nuevamente a una parte de las futuras generaciones de mujeres a una permanente situación de precariedad que se prologará tras la edad de jubilación», ya que «no es posible una pensión digna si no hay salarios dignos ni un empleo de calidad».

Por ello, en su encuentro con la directora de Emakunde han pedido que se abra un debate público sobre la brecha salarial y el reparto de la riqueza y se trasladen al lehendakari, Iñigo Urkullu, y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sus peticiones, entre ellas la pensión mínima de 1.080 euros, soluciones a la precariedad de las mujeres pensionistas o mejoras en las pensiones de viudedad, así como garantizar el sistema público.

Además, han abogado por aplicar «medidas inmediatas» para acabar con esa precariedad. Desde el colectivo han agradecido las «buenas palabras» de Landaida durante la reunión.