Pussy Riot cruza fronteras con un minuto de actuación en la catedral ortodoxa de Cristo Salvador de Moscú, lugar elegido por el colectivo moscovita dado el apoyo de la iglesia ortodoxa a Putin. Esos segundos a ritmo de punk-rock trascienden internacionalmente, de tal forma que en pocos días el mensaje del colectivo y sus sucesivos videos calan con fuerza en la escena músico-social más comprometida. Solidaridad que se acrecienta cuando Maria Aliójina, Yekaterina Samutsévich y Nadezhda Tolokónnikova son detenidas, enjuiciadas y enviadas a prisión.

Desde 2012 diferentes miembros del colectivo de arte protestan, han mantenido una intensa lucha contra Putin y lo que representa, así como contra cuestiones sociales de carácter universal.

Tras numerosas acciones y propuestas Maria Alyokhina y el productor musical Alexander Cheparukhin iniciaron un nuevo proyecto, “Riot days”, una obra basada en el libro de igual título de Alyokhina. El espectáculo músico-teatral lo integran dos mujeres y dos hombres. La propia Maria Alyokhina, Kyril Masheka, su compañera principal en Burning Doors, y Nastya y Max del dúo de música AWOTT (Asian Women on the Telephone). El proyecto está producido por Alexander Cheparukhin y dirigido por la misma Alyokhina y Yury Muravitsky, uno de los principales directores de teatro rusos, ganador del premio anual de teatro ruso Máscara Dorada.

«‘Riot days’ es, básicamente, la historia que transcurre desde mi primera acción hasta mi último día de prisión. Pero no son unas memorias, ¡sino un manifiesto! La idea es mostrar a las personas que lo lean que todos tenemos una opción frente a la vida, que cualquiera puede ser una Pussy Riot. No deberíamos esperar a que alguien llegue para cambiar las cosas. Podemos hacerlo nosotros mismos», explica Alyokhina.

Maria Alyokhina también se pronuncia acerca de la violencia de género: «En Rusia, en regiones como Chechenia, las mujeres pueden ser apedreadas hasta morir por llevar minifalda o por solicitar el divorcio. Además, el año pasado la violencia doméstica fue excluida del código penal de mi país. Es decir, si tú pegas a alguien en la calle, puede denunciarte. Pero si un hombre pega a su pareja, ya no constituye un delito. La violencia doméstica ocurre en una de cada cuatro familias en Rusia».

Al respecto, puntualiza: «Espero que nuestra visita a Bilbao sea una oportunidad de conocer a las mujeres que protagonizan estos movimientos en vuestro país. Debemos aprender de ellas».

La censura y la represión acabaron con tres componentes de Pussy Riot en la cárcel, pero lejos de amedrentar al colectivo, lo proyectaron internacionalmente aumentando su fuerza. No obstante, los ejemplos de persecución por expresar ideas y sentencias de cárcel no son exclusiva de Rusia, ya que en Euskal Herria los ejemplos de persecución son numerosos. Sin olvidar el lacerante caso del rapero mallorquín Valtonyc, con una condena de tres años y medio: «A todos les diría que sean fuertes y que no se rindan. La censura y la represión se basan en el miedo a perder el poder de aquellos que la ponen en práctica», comenta Alyokhina.

Respecto al resurgir de la derecha internacionalmente Alyokhina apunta: «Mira al ejemplo de Polonia y su actual Gobierno. Además de su conservadurismo, están diciendo que el país no necesita una judicatura independiente. ¿Te lo puedes creer? La separación de poderes es la base de la civilización occidental. Que la ley se aplique por igual a todo el mundo. La derecha va a destruir países».

La actuación de mañana (20.30) en Kafe Antzokia de Bilbo se completa con la presentación de los madrileños New Day. En el verano de 2015, Dover vive sus últimos días después de 24 años de trayectoria. Amparo Llanos, su guitarrista, compositora y cofundadora, entiende que aún tiene que ofrecer más canciones, y así nace New Day, el proyecto que forman también Samuel Titos (ex-Dover) al bajo y Jota Armijos (ex-Fuckaine) a la batería.