Pese a su juventud, sorprende la pausa con la que atiende a los medios en la presentación del equipo. Parece todo un veterano.

Un piloto vasco en el equipo de Karlos Argiñano, con todo lo que ello supone. ¿Qué siente en estos momentos?

Sinceramente me encuentro muy contento. La competición es un englobe en todos los sentidos, en lo cultural, en cuanto a territorio, en potencial… Y yo, con mi actitud y mis ganas, y Karlos con su carisma y su estructura deportiva, vamos de la mano. Tenemos en común el espíritu. Estoy muy contento de llevar a mi pueblo y a toda Gipuzkoa a lo más alto del motociclismo. A ver si las cosas se dan bien.

Para el que no le conozca. ¿Cómo has llegado aquí, cuáles han sido los pasos?

Con 14 años me fui solo a Valencia y he adquirido cierta experiencia, cierta madurez, que hoy en día es muy importante porque son cualidades que dentro de la pista son elementos que marcan la diferencia respecto a otros pilotos. He estado en el centro de alto rendimiento y creo que eso me ha ayudado estos años.

¿El primer paso será hacerse a la nueva categoría?

El primer paso es coger confianza. Con la moto, con el equipo técnico, con la categoría… para hacerme un hueco. Y una vez tenga esa confianza conmigo mismo y con la moto ir buscando objetivos, no muy complicados, no imposibles, pero sí que tenga cierta exigencia, por así decirlo.

¿Cambia mucho la categoría de cara a esta nueva temporada?

Sí. En Moto3 ya hablamos de muchas complicaciones a nivel de settings, de electrónica… Incluso de altura de la moto, de dimensiones… Al final lo importante es entenderlo bien y saber cómo aprovechar todas las ventajas que te ofrece la moto y cuáles son los peligros que pueda haber. A partir de ahí hay que centrarse en cada carrera e ir buscando la mayor punta de velocidad y lograr las vueltas más rápidas.

¿Qué te dicen en el pueblo, en la familia? Estarán todos muy ilusionados…

Primero agradecer a mis padres, lo más importante, porque sin ellos no sería posible ni una décima parte de lo que estoy haciendo. Y después de la familia, agradecer también al pueblo de Errenteria, que les tengo detrás apoyando y espero que siga siendo así durante toda mi carrera deportiva. Y al mismo tiempo espero yo también poderles devolver ese apoyo en forma de alegrías y llegando a lo más alto del motociclismo.