Aritz Intxusta
Iruñea

La campaña ya está en marcha en una Nafarroa que se juega todo

El optimismo del arranque de EH Bildu, que ha apostado por una campaña muy enérgica, contrasta con el tono lacónico y grave de Navarra Suma. Mientras, en la sede de Geroa Bai no cabía un alma. El PSN también ha apostado por un arranque encastillado desde sus oficinas.

Bakartxo Ruiz, en el acto de arranque de campaña de EH Bildu. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Bakartxo Ruiz, en el acto de arranque de campaña de EH Bildu. (Idoia ZABALETA/FOKU)

La carpa ha saludado con un "Ari, ari, ari... Bakartxo lehendakari" a la candidata de EH Bildu. Ella ha transmitido energía e ilusión y ha apelado a un voto que defienda los logros conseguidos estos cuatro años. Ha advertido de que la derecha llega con un único plan: desandar todos los pasos que se han dado y «destrozarlo todo lo bueno hecho en estos años».

Frente a ello, Ruiz ha planteado firmeza. «No nos asustan ni las viejas ni las nuevas derechas. Ya sabemos cómo las gastan, tenemos memoria de su viejo odio a la democracia», ha manifestado. Además, se ha comprometido a «seguir peleando por una sociedad navarra más justa, más democrática y donde la voluntad de los navarros y navarras sea el único límite a la decisiones».

La candidata de EH Bildu ha defendido que hay que seguir «profundizando en el cambio» y que su aspiración es ser la fuerza con más votos de ese espacio político. Para ello, ha animado a un «auzolan de la Navarra feminista, solidaria, rebelde, antirracista, comprometida y trabajadora».

El alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, ha tomado el relevo entre ovaciones. «No queremos volver a la Iruñea autoritaria, a la Iruñea de unos pocos. A la Pamplona en la que se penalizaba a las peñas por sacar pancartas, a la Pamplona en la que se invisibilizaban y se tapaban las agresiones sexistas, a la Pamplona en la que se perseguían las fiestas de los barrios».

Aguado arranque de Navarra Suma

El tono alegre de EH Bildu ha contrastado con el de Navarra Suma. Les ha pillado la lluvia sin carpa a los pies del Monumento a los Fueros. Todo ha sido muy protocolario, muy serio y en tono grave. «El principal riesgo que tiene Navarra es el nacionalismo vasco y el populismo radical», ha insistido Javier Esparza.

El acto apenas ha concentrado público. Había gente, pero fundamentalente cargos. Su alcaldable, Enrique Maya, ha insistido en que la ciudadanía habrá de decidir «si queremos que Bildu se consolide en el Ayuntamiento de Pamplona con su proyecto separatista o queremos recuperar el proyecto de Pamplona».

Geroa Bai, por la lluvia, ha movido el arranque de campaña a su sede. No cabían. Ha desvelado su lema y apuesta por una campaña de corte muy presidencialista, como la de hace cuatro años. «Sin Geroa Bai, volveremos al pasado», ha afirmado Uxue Barkos, que ha remarcado en que su formación tiene que liderar el siguiente Gobierno.

Asimismo, Podemos ha arrancado la campaña electoral con una pegada simbólica de carteles en los porches de la plaza del Castillo de Pamplona, donde su candidato a la Presidencia de Navarra, Mikel Buil, ha sostenido que ellos son la «fuerza que sirve para frenar a la derecha y avanzar en derechos».

Y en cuanto al PSN, se ha atrincherado en su sede en el arranque de campaña. Aunque también ha acudido mucha gente al pistoletazo de salida. María Chivite ha defendido que su partido también opta a la presidencia y ha dicho no a acuerdos con Navarra Suma o EH Bildu.