La Quincena Musical de Donostia, que se clausuró ayer con el segundo de los conciertos de la London Philharmonic Orchestra, ha presentado el balance de su 80ª edición. A pesar de tratarse de una edición especial, los resultados cosechados por los espectáculos del Kursaal, el escenario principal de la Quincena, son ligeramente inferiores a los del año pasado, con un 90% de ocupación media, seis llenos absolutos y una recaudación de 950.500 euros para un total de 40.200 espectadores. Los seis espectáculos que colgaron el cartel de completo fueron “Madame Butterfly” (13 y 15 de agosto), Victor Ullate Ballet (17 de agosto), Die Deutsche Kammerphilharmonie de Bremen (27 de agosto) y las dos citas con la London Philharmonic Orchestra (30 y 31 de agosto).

En cuanto al resto de ciclos, uno que ha crecido considerablemente es el de órgano, que ha pasado de 4.720 espectadores en 2018 a 5.400 este verano. También ha crecido ligeramente el ciclo de música antigua, que ha pasado de un 98% a un 100%. Los Jueves Musicales de San Telmo ha mantenido su éxito y repite el 100% de ocupación. La sorpresa la ha dado el ciclo de música contemporánea, que tras su descenso de público el pasado año, esta vez ha colgado el cartel de completo en dos ocasiones: con el Trío Arbós (28 de agosto) y la coproducción junto a Tabakalera de la versión en euskara de “Lau noten opera” de Tom Johnson (25 de agosto).

Beethoven e Iparragirre

El festival ha adelantado algunos planes para su próxima edición de 2020. Destacan los conciertos de la London Symphony Orchestra dirigida por Simon Rattle y la Russian State Orchestra, bajo la dirección de Vladimir Jurowski; o de la pianista japonesa Mitsuko Uchida, que ofrecerá un recital. También estarán presentes Jordi Savall, el magnífico Balthasar-Neumann-Ensemble & Chor, que ofrecerá la “Missa Solemnis” de Beethoven en el 250 aniversario de su nacimiento, y un espectáculo relacionado con Iparragirre al cumplirse el doble centenario del nacimiento del bardo vasco.