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Madrid

El Gobierno español se aferra a la temporada turística de verano para reactivar la economía

Apenas la curva de nuevos casos de Covid-19 da muestras de ir descendiendo, parece inevitable que se abran puertas a todo tipo de esperanzas, también en el ámbito económico. En este incipiente contexto «positivo», el Estado español eleva protestas ante quienes no contemplan desplazamientos masivos de turistas durante este verano.

Vista de un complejo turístico en el municipio canario de Arona, en Tenerife. (Desiree MARTIN/AFP)
Vista de un complejo turístico en el municipio canario de Arona, en Tenerife. (Desiree MARTIN/AFP)

El Gobierno español ha expresado su malestar por las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instando a la ciudadanía a no hacer planes para el verano, porque considera que fue una advertencia prematura y que aún es posible que la mayoría de las empresas del sector puedan salvar la temporada estival.

Fuentes diplomáticas han indicado a Europa Press que el descontento español se puso sobre la mesa en la última reunión del Comité de Representantes Permanentes (Coreper, que reúne a los embajadores de los Estados miembros ante la UE).

La tesis española es que todavía no se sabe cómo evolucionará la epidemia del Covid-19 y que, si para finales de mayo se ha conseguido el resultado satisfactorio que se espera, aún será posible permitir una temporada turística en verano, aunque sea modesta.

Para salvar la temporada, el Ejecutivo de Pedro Sánchez espera que, aparte del turismo interno, para entonces, dentro de tres o cuatro meses –a mediados de julio o agosto–, haya una decisión coordinada europea que permita un tráfico relativamente fluido por las fronteras interiores de la Unión.

Ese planteamiento, según las mismas fuentes, sería compartido por París y Lisboa, que podrían rebajar sus controles de fronteras cuanto antes siempre que la situación de salud lo permita, y para eso asumen que es importante coordinar sus respectivos planes de desconfinamiento, a medida que se vaya doblando la curva de la epidemia.

Confianza y fronteras

El peso del turismo en la economía española es muy significativo. En 2019, el sector aportó el 15% del PIB estatal. En cambio, para este 2020 se prevén datos fatídicos, tal como señala un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) colgado en su web bajo el título ‘El verano de la Covid-19: turismo interno y sin turistas extranjeros’.

«El grado de reactivación turística dependerá de la flexibilización progresiva de las normas de control sanitario, que probablemente se irán implementando por áreas geográficas nacionales e internacionales», comenta Joan Miquel Gomis, profesor de Estudios de Economía y Empresa de la UOC.

«Si el consumidor turístico tiene que moverse en medio de estrictas medidas de control, será prudente», advierte.

Pablo Díaz, también profesor de la UOC, sitúa la mejora de la situación a finales de verano, momento en el que algunos estados  abrirán fronteras. «Todo dependerá de la evolución de la pandemia y de la posible política común europea: las políticas descoordinadas llevarán a un retraso en la apertura de fronteras por la desconfianza mutua y las medidas desiguales tomadas en cada país», puntualiza.