El Eibar tiene su primer punto de la temporada. Ya es mejor que las dos últimas campañas, que arrancaron con sendas derrotas ante equipos recién ascendidos. Esta vez no sólo estrena su casillero a la primera, sino que además ha dejado buenos momentos en un partido del que, tras una pretemporada tan corta y con la plantilla todavía lejos de la que aspira a tener José Luis Mendilibar, tampoco se pueden extraer demasiadas lecturas, más allá de que el equipo azulgrana se mantiene fiel al libreto de su técnico.

Tal y como cabía esperar, el Eibar ha saltado al césped con un once íntegramente compuesto por futbolistas que ya vestían la camiseta azulgrana la temporada pasada. Y aún así no ha faltado la sorpresa habitual. No tanto la presencia de Bigas en el lateral zurdo, donde se ha desempeñado bien y a menudo, sino la de Sergio acompañando a Paulo en el centro de la defensa –pese a que el puesto tampoco le es ajeno–, mientras Burgos y Martínez no llegaban a quitarse el chándal. Los que sí han llegado a vestirse de corto han sido los dos, de momento únicos, refuerzos del cuadro armero. Kadzior y Recio, pese a que apenas han completado cuatro entrenamientos con sus nuevos compañeros, han entrado al césped en la segunda parte.

Para entonces el partido había perdido mucho ritmo y se inclinaba del lado del Celta, tras un primer tiempo más entretenido y escorado para el cuadro local. Los gallegos también habían entrado mandando a la primera parte pero para el cuarto de hora, el Eibar ya se había asentado y empezaba a percutir, sobre todo por banda izquierda, con intensidad; al menos con toda la que cabe esperar en la primera jornada de Liga y en las circunstancias actuales.

El Celta ha vuelto mejor de vestuarios. El poco peligro –aunque suficiente para exigir un par de buenas intervenciones de Dmitrovic, que ha acabado siendo el mejor de su equipo– que se creaba llegaba por su parte y, aunque Mendilibar ha sido el primero en mover el banquillo, apenas han encontrado respuesta por parte de un rival que, conforme avanzaban los minutos, ha ido haciéndole ojitos al empate. Más aún después de que Diop, con dos cartulinas en seis minutos, se haya ido a la calle en la recta final. Han apretado filas sus compañeros y el primer punto de la temporada se ha quedado en Ipurua.

«Un buen punto»

A la conclusión del choque, Paulo Oliveira ha asegurado que ha visto «un partido muy disputado, en el que hemos tenido ocasiones nosotros y ellos. Ha estado repartido». Se felicitaba, en cualquier caso, porque después de «haber empezado perdiendo las dos últimas temporadas, está claro que queríamos ganar y más jugando aquí. Pero cuando no puedes ganar, por lo menos hay que sumar. Hoy hemos sumado, no hemos encajado goles y he visto al equipo compacto, ayudándonos todos».

«Un buen punto», en definitiva. «En algunos momentos no hemos jugado muy bien –ha admitido– pero es el primer partido. A estas alturas, igual es más importante sumar que jugar bien. Obviamente, intentaremos mejorar nuestro futbol pero al menos las ideas las tenemos claras de años anteriores».