Ramón SOLA

Así está el partido por la Casa Blanca: cinco penaltis y Biden debe meter dos...o el último

Llegados a este punto del recuento, las cosas deberían ser realmente adversas para que Biden no se alzara con la Presidencia en el terreno de juego. Su situación es como una tanda de penaltis en que el demócrata tiene cinco lanzamientos y debe meter dos (incluso uno, el último, Pensilvania, le bastaría). Luego, eso sí, Trump irá al VAR del Tribunal Supremo.

Jóvenes en Washington despidiendo a Trump, ¿demasiado pronto?. (Eric BARADAT | AFP)
Jóvenes en Washington despidiendo a Trump, ¿demasiado pronto?. (Eric BARADAT | AFP)

Estados Unidos se ha ido a dormir de costa a costa y, aunque parezca increíble, el lector o lectora en Euskal Herria no se ha perdido nada del recuento mientras estaba entre las sábanas. Biden sigue rozando la Casa Blanca como a medianoche, pero le queda materializarlo transformando dos de estas cinco opciones (o una si es Pensilvania, que será la última en «lanzarse»).

En todas no tiene la misma opción, obviamente. Para completar la metáfora, diríamos que en una de ellas en la portería hay un guardameta de Tercera División, en otra uno de Segunda y en las otras tres –pongamos– Ter Stegen.

Tampoco resulta indiferente el orden de recuento, cuál es el primer y el último penalti, por lo que es adecuado ir por el orden previsible de conteo.

Para seguir la proyección, falta recordar que Biden tiene 253 votos electorales asegurados y debe llegar a 270. Es decir, le faltan 17, justo los que suman Nevada y Arizona, los dos penaltis en que tiene enfrente a los peores guardametas.

CAROLINA DEL NORTE (11)

El primer tiro se lanzará con ventaja para Trump, pero con todo abierto. Es Carolina del Norte, donde se ha contado el 95% de los votos y el republicano lleva una ventaja de 77.000 votos sobre el demócrata, entre más de cinco millones de sufragios emitidos.

Este estado, el décimo más poblado de Estados Unidos aunque sin ciudades muy conocidas más allá de Charlotte, está los que Trump dice haber ganado ya; es «fake», sobra decirlo.

GEORGIA (16)

Con el 95% recontado, este penalti sería también de los primeros en lanzarse, aunque resulta más que sospechoso que en las últimas horas el escrutinio solo haya avanzado un punto. Se trata de un estado tradicionalmente republicano y donde un demócrata no gana desde 1992, pero esta vez la contienda parece más apretada debido a un posible aumento de la participación de afroamericanos en favor de Biden.

De los cinco, es el que tiene un desenlace más incierto. La ventaja de Trump se ha ido disipando hasta la nada, apenas 23.000 votos sobre más de cinco millones emitidos. Teóricamente quedan por contar las zonas más demócratas del estado, especialmente los condados de la ciudad de Atlanta y las zonas residenciales que la rodean.

Las autoridades indican que el martes por la mañana una tubería de agua reventó, lo que provocó un retraso de dos horas en el recuento, aunque aseguran que ningún voto se ha visto perjudicado.

Si Biden marcara aquí, le quedaría solo un voto electoral para llegar a la meta. Si bien en realidad eso es irrelevante porque en cualquier caso necesitaría vencer en otro estado, grande o pequeño.

NEVADA (6)

Supongamos que Biden no ha transformado ni el primer ni el segundo penalti. Todavía no debería ir al punto fatídico con las orejas gachas ni un nerviosismo extremo, puesto que el tercero y el cuarto son los teóricamente más fáciles. Para verlo hay que pasar al Medio Oeste, a los desiertos, Las Vegas.

Con un 86% del recuento, Biden va en cabeza con 80.000 votos de ventaja sobre Trump y aquí hay un censo menor, algo más de tres millones de sufragios emitidos. Parece difícil a estas alturas que se le escape al demócrata.

En este caos en que cada estado marca su norma sin una institución reguladora y coordinadora, los siguientes resultados se esperan en la tarde de este jueves.

ARIZONA (11)

Cerca de allí, en Arizona, es donde bien podría acabar materializando Biden el triunfo. Con Nevada le daría los diecisiete votos electorales que le faltan. También aquí lleva ventaja, aunque –como en Georgia para Trump– sea muy escasa. Con el 86% contado, el demócrata supera al actual mandatario en un 0,6%, apenas 8.000 votos sobre más de un millón.

Arizona es un feudo republicano tradicional, pero en estas elecciones muchos han renegado de Trump, incluida la viuda del fallecido senador y candidato republicano a la Casa Blanca en 2008 John McCain. Su petición de voto para Biden ha tenido gran eco y ha reflejado que con Trump no hay medias tintas: o se le sigue a muerte o se le combate.

PENSILVANIA (20)

Y el que sin duda será el último penalti: Pensilvania, el Estado de Philadelphia, la llamada cuna de la Constitución. Aunque el recuento parece haber llegado ya al 89%, se da por seguro que será el último en concluirlo. Su normativa contempla que se puedan contar votos hasta tres días después del paso por las urnas.

La evolución del recuento ha confirmado la tesis general que el voto presencial es más republicano que el emitido por correo. Trump llevaba clara ventaja al inicio pero se va diluyendo: aunque todavía va en cabeza con un margen de 2,6%, los 165.000 sufragios de ventaja no son definitivos ante Biden, dado que han votado más de 8 millones de personas.

Podría ocurrir, por tanto, que incluso marrando los cuatro penaltis anteriores Biden anotara este y se llevara la victoria. Aunque lo más cierto de todo es que aquí no acabará el partido: Trump apelará al VAR, ya lo está haciendo, y la sala de revisiones es el Tribunal Supremo con mayoría republicana seis a tres. Pero ese será ya otro partido.