El hijo del maestro Bertrand Tavernier ha hecho varios documentales y tres largometrajes de ficción, de los que el más conocido es “Con todas nuestras fuerzas” (2014), protagonizado por Jacques Gamblin y Alexandra Lamy. Como trataba sobre una esforzada familia rural que superaba todo tipo de desafíos, para “El palacio ideal” (2018) quería a la misma pareja estelar, aunque al final solo pudo repetir con Jacques Gamblin, acompañado esta vez por Laetitia Casta.

Por otra parte, el espíritu soñador del protagonista y su utopía particular ,consistente en construir un palacio para su hija como si fuera una princesa, conecta con su ópera prima “Aurore” (2006), que era un cuento fantástico y medieval.

La diferencia es que su tercer largometraje se basa en una historia real, servida por la guionista Fanny Desmares. La del cartero Ferdinand Cheval, cuya obra acabada se encuentra en su localidad de Hauterives, en el Drôme. Es monumento histórico desde 1969, y está considerado como la primera gran construcción artística naif.

Le costó más de treinta años levantarla, desde que comenzara en el año 1879, ya que la hizo en solitario y con sus propias manos. Fue tomado por un loco, y solo su pasión creativa le llevó a desafiar en su tiempo la falta de conocimientos arquitectónicos y la poca esperanza de vida.