¿Educación en libertad o sectarismo?

YO NIÑA
Argentina. 2019. 85’ Dtora. y guion.: Natural Arpajou. Prod.: Alejandro Israel/ Ajimolido Films. Int.: Huenu Paz Paredes, Andrea Carballo, Esteban Lamothe, Marina Glezer, Emiliano Carrazzone, Bimbo Godoy, Mariano Gonzalez. Fot.: Pablo Parra. Mús.: Palito Ortega y Raquel Oyarzo. Mont.: Juan Pablo Docampo. Son.: Martín Grignaschi.
La debutante Natural Arpajou iba ganando premios con sus cortometrajes de ficción mientras preparaba su primer largo, un laborioso proyecto de inspiración autobiográfica que le ha ocupado prácticamente una década. Y aunque es difícil llamar la atención con una ópera prima de producción modesta, a través de su pequeña compañía Ajimolido Films, en el festival de Mar del Plata se llevó una Mención Especial del jurado y en el Madrid Indie Film fue la película ganadora.
Lo curioso es que se adelantó a Chloé Zhao y ‘Nomadland’ (2020) al hablar del estilo de vida nómada que llevó con su familia durante la infancia, mudándose a más de diez ciudades diferentes. La diferencia entre el vagabundeo al que se refiere la cineasta de origen chino y el que experimentó la argentina es que aquel se ve forzado por la situación económica y este otro obedece a una voluntad de disidencia, de salirse del sistema establecido.
En ‘Yo niña’ (2019) prevalece la crónica viajera e itinerante con la casa a cuestas, y siempre con las maletas preparadas para mudarse a otro lugar. Sucede así debido a que los padres de la pequeña Armonía son culos de mal asiento y no terminan de encajar ni en la ciudad, ni tampoco en el campo. Se van a la Patagonia a una cabaña perdida en el bosque porque odian la sociedad de consumo, pero no están preparados para sobrevivir en el campo sin electricidad o sin agua corriente. Les sobrevienen accidentes que ponen en peligro su integridad, y hasta la de su niña de ocho años.
El principal escollo al que se enfrentan estos hippies es el educacional, al mantener a su hija sin escolarizar. Las enseñanzas que le dan a cambio, aún siendo bienintencionadas, no dejan de ser sectarias, lo que se pone de manifiesto cuando su madre le prohibe jugar con una Barbie, por considerarlo un juguete sexista. Ningún tipo de imposición es buena.

Diez bandas navarras rinden homenaje al trovador Fermin Balentzia con un disco tributo

La autopsia confirma el crimen machista en Barakaldo; detenido un hombre de 27 años

Multa de 400 euros por protestar en la inauguración del Culinary Center de Gros

El equipo de gobierno de Iruñea pide la dimisión de Ibarrola y Adanero por «difundir bulos»

