El pasado 18 de marzo, el Slavia de Praga checo y el Glasgow Rangers escocés se enfrentaban en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga Europa. En los últimos minutos el partido estaba caliente, los checos tenían el pase en el bolsillo y el Rangers, que jugaba en casa, ya había visto dos tarjetas rojas.

En el 87 el árbitro pitó una falta y un jugador checo estaba siendo atendido en el suelo. Glen Kamara, jugador finlandés del Rangers pero con ascendencia de Sierra Leona, aguardaba al lado de pie cuando se le acercó Ondrej Kúdela, del Slavia, que le dijo algo al oído. Kamara saltó como un resorte y se fue a por él, siendo frenado por otros jugadores. El rifirrafe tuvo continuidad en el túnel de vestuarios.

Kamara denunció que Kúdela le había llamado «puto mono», extremo negado tanto por el jugador checo como por su club. Ayer jueves, el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA anunció, tras la investigación llevada a cabo, una sanción de diez partidos a Kúdela «por comportamiento racista» y con tres a Kamara «por agredir a otro jugador».

«Falta de proporcionalidad»

La ejemplarizante sanción a Kúdela se ha topado con las críticas del Gobierno de República Checa que lidera el euroescéptico Milos Zeman, conocido por sus polémicas declaraciones contra el Islam y cabeza del Partido por los Derechos Civiles, de corte socialdemócrata. «La evidente falta de proporcionalidad no tiene sentido en un ambiente normal de libertad», ha denunciado Jiri Ovcacek, portavoz de la Presidencia, quien ha afirmado que la sanción es una muestra del «ascenso de un nuevo totalitarismo, para el que la palabra es un crimen. Por hablar, 10 partidos. Por violencia, 3 partidos».

El libertario Partido Pirata, tercero en el Parlamento y que controla el Ayuntamiento de Praga, también considera que los castigos no están equilibrados. «Puñetazos al rival: 3 partidos. Un supuesto insulto racista: 10 partidos. Alguien en la UEFA debería darse cuenta del error. Gracias a estas decisiones triunfan en Europa las formaciones pardas», ha señado en referencia al populismo de extrema derecha Mikulas Ferjencík, vicepresidente de esta formación.