Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Hay vida salvaje a nuestro alrededor

NATURA BIZIA
EH. 2021. 83’ . Dtora.: Lexeia Larrañaga. Guion: Lexeia Larrañaga y Amador Prieto. Prod.: Asier Bilbao y Alexander Gutiérrez/ Avis Producciones. Voz: José María Del Río. Fot.: Alexander Gutiérrez, Peio Murua y Enrique Talledo. Mús.: Julio Veiga.

Lexeia Larrañaga y Álex Gutiérrez captando nuestra biodiversidad. (NAIZ)
Lexeia Larrañaga y Álex Gutiérrez captando nuestra biodiversidad. (NAIZ)

No conocemos nuestro hogar natural, la vida animal que alberga el enclave geográfico que ocupamos, tan bien como creemos. Dicho desconocimiento convierte a un proyecto divulgativo de la importancia documental  de ‘Natura bizia’ (2021) en un bien necesario. Es una obra fascinante de la que sentirse orgullosos y orgullosas, porque es una producción que compite en la liga de National Geographic, gracias a su calidad visual y al asesoramiento científico de Amador Prieto.

Detrás de semejante logro está el equipo de Avis Producciones, bajo la dirección de Lexeia Larrañaga, porque el trabajo en plena naturaleza exige mucha dedicación y bastantes más horas con la cámara a cuestas que la ficción. La fauna salvaje no va al objetivo, no se deja atrapar, lo que obliga a esperar pacientemente para la captura de ese momento mágico en que por fin la especie más rara va a ser catalogada y sometida a directa observación.  

‘Natura bizia’ (2021) contiene grandes revelaciones y sorpresas que permiten comprobar cómo a pocos kilómetros de las zonas urbanas sobrevive todo un ecosistema habitado por criaturas que nos son extrañas. Poder verlas de cerca supone una emoción incomparable para los amantes de la naturaleza y, además, sin perderse detalle. Lo permite la presentación en doble formato, con una serie para televisión de ocho capítulos de 52 minutos cada uno presentados por Alberto Iñurrategi, junto con el largometraje de casi hora y media que hoy se estrena en las salas.

El milagro es posible habida cuenta de la biodiversidad que reúne Euskal Herria, dentro de un territorio en el que se pasa de la costa a la montaña sin grandes distancias. En nuestro mar hay cetáceos de tamaño impresionante como el rorcual, y en el interior se puede admirar al oso pardo. Con la flora lo mismo, al ir del bosque frondoso al desierto.