Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El fotoperiodismo como arma de denuncia

EL FOTÓGRAFO DE MINAMATA
GB-EEUU. 2020. 115’. Tít. Orig.: ‘Minamata’. Dtor.: Andrew Levitas. Guion: Andrew Levitas, David Kessler, Jason Forman y Stephen Deuters. Prod.: Johnny Depp y Andrew Levitas. Int.: Johnny Depp, Minami, Bill Nighy, Tadanobu Asano, Ryô Kase.

Jonhhy Depp, metido en la piel de un fotoperiodista. (NAIZ)
Jonhhy Depp, metido en la piel de un fotoperiodista. (NAIZ)

El principal problema de los biopics sobre grandes figuras de la cultura universal es cuando el cineasta que lo dirige no está a la altura artística del personaje a retratar, que es lo que sucede con ‘Minamata’ (2020), ambicioso proyecto que ha caído en las manos poco expertas de Andrew Levitas, un artista multidisciplinar que en su ópera prima cinematográfica, ‘Lullaby’ (2014), ya demostró una tendencia innata hacia el melodrama sensiblero.

Algo que aplicado a las víctimas humanas del desastre ecológico de la localidad japonesa referenciada en el título le resta realismo y también fuerza dramática.

No cabe duda de que W. Eugene Smith, conocido familiarmente como ‘Gene’, es uno de los mitos del fotoperiodismo moderno y que sus instantáneas más impactantes, integradas ya en la memoria colectiva, merecían formar parte de una narración más acorde con su trascendente significado.

Otro aspecto bastante discutido de la película es la caracterización de Johnny Depp, en su última etapa más obsesionado con el disfraz y la transformación física que el mismísimo e inigualable Peter Sellers.

Para convertirse en Gene, toma un aspecto muy a lo Francis Ford Coppola en la época en que rodó ‘Apocalypse Now’ (1979). No parece casualidad, porque Levitas utiliza música de los años 70, y el tema que utiliza como leit motiv es la canción sobre la Guerra de Vietnam del grupo Ten Years After ‘I’d Love to Change the World’, editada en el año 1971, el mismo en que transcurre la acción del film.

Entonces Gene ya no era el reportero heroico de la II Guerra Mundial, hallándose personal y profesionalmente decaído, hasta que rodando un spot comercial de Fuji conecta con la traductora japonesa Aileen Mioko, encarnada por Minami, que le descubre la tragedia de los vertidos químicos al agua de Minamata con gran mortandad.