NAIZ

La pandemia no debe hacer olvidar la importancia de «las otras vacunas»

La semana de la vacunación se puso en marcha en 2005. Esa cita, en la que toman parte unos 200 países, se centra este año en recordar que la campaña para proteger a las personas de la covid-19 no debe dejar en el olvido «otras vacunas esenciales para evitar el rebrote de enfermedades graves».

El carnet de vacunación en Ipar Euskal Herria incluye once vacunas obligatorias. (NAIZ)
El carnet de vacunación en Ipar Euskal Herria incluye once vacunas obligatorias. (NAIZ)

La vacunación es una suerte. Un mensaje, sin ambigüedades que, en el marco de la campaña en curso para lograr la inmunización de grupo contra la covid-19, adquiere un significado especial, según han remarcado hoy los portavoces de la Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania.

A 17 de mayo un 36,9% de los habitantes de Pirineos Atlánticos (un total de 252.177 personas) habían recibido al menos la primera dosis de una vacuna contra el covid-19, mientras que el 19,4% (132.213 personas) habían completado la vacunación.

Los expertos han explicado someramente que son dos los tipos de vacuna que se están empleando en la extraordinaria campaña de vacunación en marcha aunque, lamentablemente, la misma tiene lugar casi exclusivamente en países desarrollados.

Algunas de las vacunas contra el covid-19 se sirven de un virus inofensivo que permite fabricar la proteína que desplegará la respuesta inmunitaria. Es el caso de las vacunas AstraZeneca y Janssen.

Las nuevas vacunas de ARN mensajero, que permiten a las células fabricar la proteína S encargada de la producción de anticuerpos, es la que se usa en las vacunas Pfizer/BioNTech, la más inyectada en el Estado francés, y la vacuna Moderna.

Pese a hacer una reseña breve, actualidad obliga, de las vacunas contra el covid-19, la comparecencia de la ARS tenía por objeto recordar que si algunas enfermedades infecciosas graves han desaparecido prácticamente en Europa es gracias a las vacunas.

Con el aumento de los viajes y desplazamientos solo una tasa de cobertura elevada evitará, han advertido, que esas enfermedades tan peligrosas para nuestra salud vuelvan a aparecer.

En 2018 una persona falleció en Nueva Aquitania a causa de un brote de sarampión que afectó a un millar de personas y es que «una sola persona que tenga sarampión puede contagiar a 20 y un caso de cada cuatro terminará con toda probabilidad en hospitalización».

En los últimos años países como Albania, Grecia, Gran Bretaña y la República Checa han perdido el estatus de territorios libres de sarampión.

Otra enfermedad grave como la poliomielitis ha vuelto a aparecer en países como Bosnia-Herzegovina, Ucrania y Rumanía, a causa de un abandono progresivo de la vacunación.

El 95% de vacunación, la única garantía eficaz

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que una cobertura vacunal del 95% es la única garantía para eliminar el riesgo de reaparición de ciertas enfermedades graves.

«Varios centenares de millones de personas reciben vacunas cada año en el mundo y en todos los casos el riesgo de desarrollar una enfermedad grave por no haber sido vacunado es mucho más importante que los efectos indeseables ligados a la vacunación, incluso aunque en algún caso se trate de efectos graves», han remarcado los representantes de la ARS.

De ahí que hayan abogado por que la ciudadanía siga respetando el calendario de vacunación, que incluye once vacunas obligatorias para los menores de 18 años en el caso de Ipar Euskal Herria.

Las campañas de sensibilización han permitido que el índice de vacunación DTP (difteria-tétanos-polio), así como contra la tosferina y la hepatitis B, haya pasado en el departamento de Pirineos Atlánticos del 84% en 2017 al 92,4% en 2019.

En el caso de la vacuna contra el neumococo y la meningitis, la vacunación supera también ese nivel, mientras que en el caso de la vacuna ROR ( sarampión-paperas-rubeola) los resultados son inferiores (86%).

Vacunar a chicos contra el papiloma humano

La semana de la vacunación 2021 pondrá el foco en la extensión de la vacunación contra el papiloma humano a los hombres jóvenes, ya que hasta 2019 solo se recomendaba para mujeres menores de 16 años.

En 2018 se produjeron en el Estado francés 1.117 fallecimientos debidos a un cáncer de cuello de útero, pese a que la vacuna es efectiva al 100% si se realiza antes de empezar a mantener relaciones sexuales.

La cobertuna vacunal contra el HPV sigue siendo débil. En Pirineos Atlánticos la vacunación era en 2004 del 54,2%.