
El pasado 23 de abril, un grupo de hosteleros se encadenó a las puertas de la Diputación de Gipuzkoa para denunciar la situación en la que se encuentran debido a las medidas sanitarias contra la pandemia. La protesta terminó con cargas y cinco detenidos.
Entre las personas detenidas se encontraba Elena, del bar Aurresku, que en la revista ‘Ondojan’ denunció que en comisaría fue desnudada «de arriba a abajo».
A preguntas del parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga, el vicepresidente primero de Lakua y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha justificado las actuaciones policiales tanto durante las cargas, como en comisaría.
«Según nos íbamos desnudando tuvimos que ir entregando la ropa prenda a prenda a los ertzainas para que la palparan, bragas incluidas», cuenta Elena. Alegando que su pantalón tenía cordones, los agentes dejaron a la hostelera en ropa interior durante el tiempo que transcurrió tanto en la celda, como al tomarle las huellas, al prestar declaración o al realizar las fotografías para la ficha policial. «¿Qué pretendían? ¿Humillarnos? ¿Avergonzarnos? ¿Atemorizarnos?», pregunta.
A ello, Erkoreka ha respondido que es «una práctica habitual» que tiene por objetivo «localizar y retirar armas u objetos relacionados con el delito y preservar la seguridad de las personas detenidas y de las y los agentes de la Ertzaintza». En el caso de la hostelera del bar Aurresku, los cordones «pueden ser utilizados para provocarse daños autolíticos».
El consejero de Seguridad de Lakua ha añadido que «el trato entre los agentes y la detenida fue cordial, atento y respetuoso por ambas partes en todo momento», a pesar de la denuncia de la hostelera.
Con respecto a las cargas frente a la Diputación de Gipuzkoa, las ha justificado con el argumento de que a las cinco personas encadenadas se les sumó «un grupo de aproximadamente 50 personas en actitud muy beligerante» que intentaban «romper el perímetro de seguridad» por lo que «las y los agentes se vieron en la necesidad de utilizar el bastón policial con las personas más agresivas».
Por lo tanto, Erkoreka concluye que «la actuación policial se desarrolló con la decisión necesaria, sin recurrir a la fuerza más allá de lo razonable».
Aleccionar jóvenes y hosteleros
En la citada revista ‘Ondojan’, los hosteleros denuncian los hechos sucedidos tanto frente a la Diputación como las vejaciones sufridas en comisaría. «No hay que pensar mucho para darse cuenta de que o bien hay una consigna de soliviantar a los jóvenes y a los hosteleros o bien las fuerzas de seguridad tienen muy claro que son totalmente impunes hagan lo que hagan a estos colectivos».
Por ello, han reclamado que se depuren responsabilidades «antes de que en algún acto o convocatoria a alguien se le vaya la mano y tengamos un disgusto». A pesar de ello, Erkoreka ha confirmado que «hasta la fecha» no hay abierta ninguna investigación interna pese al relato de los detenidos.

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