Arnaitz Gorriti

El Eurobasket Femenino tendrá una nueva campeona este fin de semana

Con la eliminación de la selección española, el conjunto francés tiene muchos boletos de sumar al fin el oro, siempre y cuando supere a Bielorrusia y llegue a su quinta final consecutiva. La semifinal entre Serbia y Bélgica plantea un choque de estilos con pronóstico incierto.

Bélgica lo tiene difícil ante Serbia, pero aspira a todo tras meterse en la pelea por las medallas. (FIBA BASKETBALL)
Bélgica lo tiene difícil ante Serbia, pero aspira a todo tras meterse en la pelea por las medallas. (FIBA BASKETBALL)

Después de que las selecciones de Francia, Bélgica, Bosnia y Rusia –estas dos en pos de ocupar la quinta y la sexta plaza y garantizar su presencia en el Premundial– hayan realizado el traslado de Estrasburgo a Valencia, el Eurobasket Femenino 2021 afronta ya su fin de semana en pos de las medallas.

Por ahora, solo hay una certeza: habrá una nueva campeona después de que la selección serbia eliminase a la española en un dramático cruce dirimido en la prórroga, y después de que el desarrollo del mismo ofreciera una igualdad que dista mucho del 71-64 final. De hecho, hubieran pasado las de Lucas Mondelo de no haber fallado Cristina Ouviña un tiro libre a falta de 1,5 segundos y con empate a 62 en el marcador. Pero como lo que prima es lo que pasó y no lo que hubiera podido pasar, fueran las «plavi» quienes destronaron a las vigentes bicampeonas, accediendo a la pelea por las medallas junto con las selecciones de Bélgica, Bielorrusia y Francia.

Son estas últimas las que parten con la vitola de favoritas. La última edición en las que las «bleu» no jugaron la finalísima fue 2011, pero sus cuatro restantes finales se han saldado con cuatro derrotas, tres ante España –2013, 2017 y 2019– y una ante Serbia –2015–. Las de Valerie Garnier han accedido a la pelea por las medallas invictas, y aunque en el cruce de cuartos sufrieron ante la Bosnia de Jonquel Jones, han ganado todos sus partidos sin que nadie les haya aguantado el ritmo.

Su rival a partir de las 18.00 en La Fonteta será Bielorrusia, una de las revelaciones del evento, que no llegaba a unas semifinales continentales desde 2015, cuando se quedó con la «medalla de chocolate», algo que, a priori, es lo que debieran conseguir caso de cumplirse los pronósticos. La pívot Verameyenka es una de las pocas supervivientes de aquel grupo, y justamente Verameyenka y Papova han sido dos de las claves para poder acceder a la pelea por las medallas. Suecia no supo cómo frenar a las dos pívots, mientras que las exteriores se valieron de los huecos creados por estas dos jugadoras en la pintura, más una Bentley que, pese a no tener el acierto de otros días, le dio mucha velocidad de circulación al balón.

La teoría dice que la selección gala no debiera sufrir ante Bielorrusia, pero las del Este de Europa no tienen nada que perder, en su camino han hecho morder el polvo a España o Suecia y tienen la claridad de quien conoce sus virtudes y defectos, mérito atribuible a la seleccionadora Nataliya Trafimava.

Choque de estilos

La segunda semifinal, que también se jugará en La Fonteta, comenzará a las 21.00 y enfrentará a Serbia con Bélgica. Ambos equipos han conseguido acceder a la pelea por las medallas después de ganar sendos cruces de cuartos a cada cual más emocionantes.

Como queda dicho, las discípulas de Marina Maljkovic necesitaron un poquito de suerte –compensando toda la mala fortuna que tuvieron al decretar los árbitros una falta de tiro a 1,5 segundos para el final, obra de la astucia de Cristina Ouviña que por la torpeza de las serbias, que no estaban en bonus de faltas–, mucho oficio y mucha calma para superar en el tiempo extra a la selección española.

Ayudó la velocidad de manos de la base nacionalizada Yvonne Anderson, que compensó su mal tiro exterior –las hispanas le dejaban metros y metros para que lanzase, y esta anotó la que más valía– provocando un sinfín de pérdidas en el combinado español. Asimismo, Sonja Vasic, que nunca en categoría senior había sido capaz de meterle más de cinco puntos a las hispanas, fue capaz de meterle 19, haciendo valer su superioridad en el poste bajo ante rivales más bajitas como Queralt Casas o Maite Cazorla, empeñado como estuvo Lucas Mondelo en tener a sus aleros altas –María Conde y Laura Quevedo– atornilladas al banquillo.

Y por si fuera poco, la escolta Nevena Jovanovic se destapó con 15 puntos y 10 rebotes, al tiempo que la pívot Krajisnik supo contener a una Astou Ndour que anotó sus 12 puntos antes del descanso para no aparecer ya más.

Enfrente estará una Bélgica que jugó el partido más hermoso hasta la fecha ante Rusia, dirimida por una suspensión de Julie Allemand a falta de cinco segundos para el 85-83 final. Las entrenadas por Philip Mestdagh –único hombre en el cuarteto de seleccionadoras– manejan un estilo bonito de ver, con muchas asistencias, mucho movimiento de balón y mucho juego sin balón, con Emma Meesseman erigida en líder indiscutible. Ante Rusia firmó 33 puntos y 11 rebotes, más 19 de Kim Mestdagh, mientras que entre Allemand y la ex de IDK Euskotren Antonia Delaere repartieron 14 de las 23 asistencias belgas.

Es de suponer que Serbia impondrá una defensa dura con Meesseman y confiará en que Bélgica, que sigue anotando por debajo del 30% en triples, tenga que jugarse muchos tiros desde la lejana distancia.

Ese choque de estilos tendrá un ganador, obviamente, pero no hay un pronóstico claro. Ambos conjuntos han funcionado mejor en este Eurobasket yendo de tapadas, y aunque Serbia también llegue invicta a semifinales, ha ganado dos de sus cuatro partidos en la prórroga, y en ambos casos entraron con cuatro puntos de desventaja al último minuto.

Bélgica, por su parte, después de su irrupción con la medalla de bronce en el Eurobasket de 2017 y la cuarta plaza en el Mundial de 2018, tras tener a los mismísimos Estados Unidos contra las cuerdas en semifinales, no ha terminado de sacarle réditos a una generación que ya parece madura para asaltar el cetro continental. No obstante, en su debut frente a Bosnia –saldada por una clara derrota por 70-55– ya se vio que las defensas de contactos no le gustan nada, y puesto que Serbia tiene bastantes más recursos que Bosnia, mucho se deberán esperar las de Philip Mestdagh, si quieren llegar a su primera final en un Eurobasket.