A su paso por el SSIFF 68, dentro de la sección Perlak y tras haber ganado en la Mostra de Venecia el premio a la Mejor Dirección,, sorprendió bastante el cambio de estilo por parte del cineasta japonés Kiyoshi Kurosawa, también conocido a su pesar como ‘el otro Kurosawa’.

Con ‘La mujer del espía’ (2020) se aleja del género fantástico y terrorífico que venía practicando, reconocible en sus premiadas ‘Cure’ (1997), ‘Kairo’ (2001), ‘Loft’ (2005), ‘Retribution’ (2006), ‘Tokyo Sonata’ (2008) o ‘Journey to the Shore’ (2015), salvo en el epílogo que presenta un paisaje apocalíptico tras la rendición en la II Guerra Mundial que conecta con la ciencia-ficción y sus relatos futuristas.

Por algo es la primera película de época dentro de su extensa filmografía y, aunque ha sido respetuoso con la ambientación histórica destinada a reflejar el clima prebélico, se ha permitido experimentar con la fotografía mediante un nuevo sistema de alta definición de fabricación nipona llamado 8K Super Hi-Vision, que le confiere a la imagen una textura más fría e hiperrealista.

También incluye elementos metanarrativos, habida cuenta de que el protagonista y su mujer Satoko graban películas caseras con una cámara de 16mm., junto con los testimonios del genocidio imperialista en Manchuria, que les lleva a pasarse al bando aliado.