
Nos llega la oportunidad de conocer la obra de la pujante cineasta brasileira Sandra Kogut, cuyo prestigio internacional ha ido creciendo en las dos décadas del nuevo milenio. Ya llamó la atención con su curioso y sorprendente documental ‘A Hungarian Passport’ (2001), en alusión a sus orígenes europeos.
Después impactó con el drama rural familiar ‘Mutum’ (2007), para llevarse en el festival de La Habana el premio la Mejor Dirección por su segundo largometraje ficcional ‘Campo grande’ (2015), un tenso drama familiar que encuentra su prolongación en ‘Tres veranos’ (2019), con el que volvió a ser premiada en La Habana al Mejor Montaje, y en el de Málaga se llevó el Premio de la Crítica y el de Mejor Actriz para la estelar Regina Casé.
Una extraordinaria y convincente Regina Casé que da vida a Madá, ama de llaves de una gran mansión en la que vive una familia adinerada. Es la casa de verano en la que, por encontrarse en el hemisferio sur, celebran la Navidad y el Año Nuevo. El título se refiere al arco temporal de unas celebraciones anuales que van de la opulencia inicial a la desbandada final, debido a la crisis económica del 2018. Tres años antes los dueños se las prometían felices, pero en el 2016 dejan ya de acudir a su propiedad de Río de Janeiro cuando el marido es detenido por fraude, provocando la huida a Europa de la mujer con el hijo. El personal se queda sin cobrar, y Madá, junto con el abuelo al que han abandonado, decide tomar la iniciativa y hacerse emprendedora, alquilando la casa para todajes publicitarios o lo que haga falta.
Una revolución obrera a nivel doméstico que ha motivado comparaciones con la película coreana de Bong Joon-ho ‘Parásitos’ (2019), pero la intención de Sandra Kogut es la de dar visibilidad a las empleadas de hogar, que son las que sufren las consecuencias de la corrupción.

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