Mikel Chamizo
Entrevista
María Martínez Ayerza
Flautista

«Intento dar la vuelta a los prejuicios que existen sobre las flautas dulces»

La flautista nacida en Cuenca María Martínez Ayerza fundó el conjunto Seldom Sene en 2009, poco después de finalizar sus estudios de flauta en Amsterdam. Desde entonces, el quinteto se ha presentado en festivales como los de Brujas, Utrech o en el Concertgebouw de Amsterdam.

Las cinco integrantes del conjunto Seldom Sene. (NAIZ)
Las cinco integrantes del conjunto Seldom Sene. (NAIZ)

El quinteto de flautas con sede en Amsterdam Seldom Sene ofrecerá dos conciertos en la Quincena Musical. Hoy, a las 19.30 en San Telmo, interpretarán las célebres ‘Variaciones Goldberg’ de Bach, mientras que mañana, a la misma hora en las Salas Polivalentes del Kursaal, presentarán creaciones actuales de autores como Nasopoulou, Caldini, Käser, Sieg y Leenhouts, además del estreno absoluto de una obra de Félix Ibarrondo.
 
Seldom Sene es un conjunto bastante peculiar, un quinteto de flautas de pico que emplea instrumentos de todas los tamaños y épocas. ¿Cómo fueron los orígenes del grupo?

La formación del quinteto no ha cambiado en los once años que llevamos tocando juntas. Las cinco coincidimos estudiando en el Conservatorio de Amsterdam, donde yo me trasladé en el 2000 porque es un centro de referencia para la flauta de pico. Más tarde tocamos juntas en The Royal Wind Music, un grupo de gran formato (en la actualidad lo forman once flautistas), y ahí fuimos conociéndonos mejor. En cuanto a Seldom Sene, empezó porque yo me hice con un conjunto de flautas renacentistas, instrumentos muy antiguos que están pensados para tocar en grupo. Busqué gente para empezar mi proyecto propio en torno a esa colección de flautas tan peculiar, y encontré la respuesta en mis compañeras. En el grupo somos dos alemanas, una holandesa, una británica y una española, y bastante diferentes tanto como intérpretes como en nuestra personalidad, pero nos conjuntamos muy bien. Dimos un primer concierto con música renacentista inglesa, y viendo que funcionaba, decidimos seguir adelante y aumentar nuestro repertorio también con música barroca y contemporánea.

​La flauta de pico, aunque aquí se usa en todas las escuelas como herramienta pedagógica, en realidad es un instrumento bastante desconocido. ¿En la zona de Flandes es mucho más apreciado, no es así?

Es curioso, porque una vez que llevas viviendo aquí mucho tiempo, te das cuenta de que ese problema que tiene el instrumento, es decir, que todo el mundo piensa en él como un instrumento didáctico, también lo tiene en Holanda. Es verdad que, por el trabajo de los pioneros del movimiento de la Interpretación Históricamente Informada, y en especial del flautista Frans Brüggen, la flauta de pico ha tenido aquí una especie de Meca en la que se han reunido gentes de todo el mundo para estudiar, investigar y crear nuevo repertorio. Pero la gente fuera del ámbito de la música sigue pensando en las flautas de pico como las típicas flautas de la escuela. Yo intento dar la vuelta a ese prejuicio y verlo como una ventaja, porque si todo el mundo conoce el instrumento porque lo tiene en casa, cuando vienen a uno de nuestros conciertos y descubren por fin lo que se puede hacer con él, la experiencia adquiere un factor sorpresa añadido. Aún así, es verdad que ciertos programadores de conciertos siguen mostrando desinterés hacia el instrumento.

​Seldom Sene se dedica principalmente a la música barroca y contemporánea. ¿Por qué estas dos vertientes que parecen tan diferentes la una de la otra?

Ante todo, lo que somos es un quinteto de flautas de pico, y esto implica que el repertorio original para nuestro instrumento es reducido comparado con el que tiene a su disposición cualquier instrumento moderno como el violín, el piano, etc. Como flautistas tan especializadas, tenemos que estar siempre a la búsqueda de obras que puedan resultar interesantes para nosotras. Además nuestra filosofía como grupo no es la investigación historicista, que nos interesa, pero no es nuestro principal foco. Sí nos atrae más investigar las posibilidades que una formación como la nuestra ofrece para un público contemporáneo. Por eso, cualquier obra que se adapte bien al instrumento es valiosa para nosotras. Las solemos hallar sobre todo en la música barroca y contemporánea, pero también hacemos otras cosas, por ejemplo, polifonía vocal interpretada con flautas en vez de voces.

En el primero de sus conciertos, en Ciclo de Música Antigua, van a abordar una composición muy conocida, las ‘Variaciones Goldberg’ de J.S. Bach. ¿Cómo ha sido arreglar esta obra paradigmática del teclado para un quinteto de flautas?

El origen del proyecto no fue estrictamente nuestro sino de un festival de música de Utrech, que pidió a todos los artistas que participaban ese año que arreglaran una o dos de las ‘Variaciones Goldberg’ como leitmotiv del festival. Nosotras adaptamos cuatro de ellas para el quinteto y nos quedamos muy satisfechas con el resultado, así que se nos ocurrió que podría ser interesante arreglar la obra completa, el aria y las treinta variaciones. Si fuéramos un cuarteto de flautas, que es un formato más extendido entre los flautistas, quizá no lo hubiéramos hecho; pero siendo cinco, nos dimos cuenta de que podíamos tocar todas y cada una de las notas del original para teclado, sin omisiones ni apaños. Al fin y al cabo, la música de Bach está muy bien hecha y cambiar una nota, o trasladarla una octava arriba o abajo, afecta más de lo que parece. Pero con un grupo de cinco flautistas podíamos respetar la partitura en su integridad. Eso sí, es dificilísima de tocar, porque la obra tiene muchos cambios de registro, va de arriba abajo y de abajo arriba constantemente, y a menudo tenemos que pasarnos las notas entre nosotras toda velocidad. Es una locura, pero como es una obra que contiene todos los estilos y técnicas que se conocían al clave en aquel momento, interpretarla también nos ha aportado una visión más interiorizada de la música de Bach.

¿Qué novedades cree que aporta el sonido de las flautas a la apreciación de la obra?

Lo más relevante es que, tanto en el aria como en los movimientos lentos y en los cánones, el hecho de que cada voz esté interpretada por una persona diferente ayuda a que la polifonía resalte de forma más clara y a que, como intérpretes, podamos darle un toque más individual a cada una de las líneas. En algunos casos, incluso hemos dividido una voz entre dos flautistas, y de ese modo la retórica que hay en la música adquiere una nueva complejidad que pienso que resultará muy interesante para el público. En cuanto a las variaciones más idiomáticas para el teclado, que en algunos casos son además muy virtuosas, el desafío consiste en que cinco intérpretes puedan pensar como uno solo; es decir, que una música pensada para un cerebro y dos manos sea interpretada por cinco cerebros y diez manos como si fueran una única entidad. Es todo un reto y verlo en directo tiene cierto hechizo.

Mañana ofrecerán otro concierto dentro del Ciclo de Música Contemporánea, en el que presentarán obras actuales específicamente escritas para su grupo. ¿Qué van a interpretar?

Hemos escogido un programa que trata de reflejar la variedad de la música contemporánea en la actualidad, con obras que trabajan diferentes aspectos y que están escritas en estilos muy variados. Habrá obras minimalistas, otras con mundos sonoros muy complejos, algunas muy virtuosas, tanto a nivel de conjunto como individual... pero también tocaremos una “Suite africana” de Sören Sieg que podríamos definir directamente como música comercial. Además de mostrar esta variedad, queremos que el concierto sea también un escaparate del instrumento, de sus técnicas, de los estilos de composición que puede abordar, para transmitir una impresión de las grandes posibilidades que alberga un quinteto de flautas.

Realizarán también el estreno absoluto de ‘Au-delà’, de Félix Ibarrondo. ¿Cómo es esta nueva obra que les ha escrito?

Ha sido una colaboración interesante porque, a diferencia de otros compositores que nos piden sesiones de trabajo para conocer los instrumentos, él tan solo nos pidió que le mandáramos grabaciones y partituras y, con ese material, lo analizó todo y nos mandó la obra ya terminada. Ha escrito una obra bastante virtuosa, con mucho contraste, especialmente entre las tres líneas agudos, muy enérgicas, y las dos de graves, mucho más líricas. Desde fuera, mi impresión es que va a ser como un chorro de energía que te arrastra durante 6 minutos y medio hasta que, finalmente, desaparece. Será una experiencia intensa.

Seldom Sene posee una gran colección de flautas de todos los tipos y tamaños. ¿Qué instrumentos se podrán ver en sus dos actuaciones?

En el concierto de las ‘Variaciones Golberg’ usaremos principalmente flautas de pico barrocas, que son las que la gente conoce más: redondas, con sus anillos y decoraciones. Pero también usaremos flautas renacentistas en algunas partes que funcionan mejor con timbres más antiguos. Por otra parte, en ambos conciertos tendremos algunas flautas cuadradas, las más grandes, sobre todo las flautas contrabajo y subcontrabajo. Las diseñó un alemán en los años 70 y se han convertido en una referencia, ya que al ser cuadradas ocupan menos espacio que la versión redonda, y eso que ya de por sí son muy grandes. No es toda nuestra colección, pero creo que la gente disfrutará de ver en acción toda esta variedad de instrumentos.