El domingo sabíamos que la fuga no tenía opción de llegar, pero era importante para el equipo demostrar la idea con la que venimos de luchar cada día. Me metí yo en la escapada y fue muy incómodo. Todo el día nos pegó el viento de cara, no nos dio tregua. Acabé satisfecho, aunque con el calor pasé penuria. Me quedé vacío y llegué al bus con dos kilos y medio menos que a la mañana tras desayunar y comer. Además logramos la victoria por equipos, que puede parecer algo secundario, pero para nosotros es especial subir a un podio todos juntos con un premio como ése.

Ahora estamos undécimos en la general a cuatro minutos y sería un sueño utópico subir al podio de Santiago todos juntos como ganadores de esa clasificación. Es casi imposible, pero Euskaltel cerró su etapa en las grandes ganando la general por equipos y que este Euskaltel la abriera igual nos haría gran ilusión.

Para eso hay que entrar en las fugas. La de Picón Blanco podía llegar y era importante estar con un corredor como Antonio que lleva una temporada muy buena. Ha hecho un gran trabajo y la pena es que el pelotón se ha echado muy encima. Si llega a tener un minuto más habría sido quinto. Además la actitud del equipo ha sido muy buena con Mikel Bizkarra peleando como siempre y toda la carrera hemos estado todos juntos entre los siete primeros equipos con esa ambición y carácter que nos define al Euskaltel.