El cómic y la novela gráfica no han sido ajenos al 11-S  y son muy diversas las viñetas que ha recreado estos acontecimientos desde muy diferentes puntos de vista. La más reciente mirada la ofrecen Baptiste Bouthier y Héloise Chochois en su novela gráfica ‘11 de septiembre de 2001. El día que cambió el mundo’.

Publicada por Norma Editorial, la protagonista es Juliette, una joven del Estado francés que viaja en 2021 a Nueva York para visitar a un familiar y que se topa con la huella física y moral de la tragedia.

El periodista Bouthier y la ilustradora Chochois siguen los pasos de un personaje que tenía 13 años el 11-S de 2001, para recrear, a través de sus recuerdos adolescentes, la sensación de irrealidad, de fin del mundo de lo establecido, que los aviones suicidas provocaron en los acomodados pobladores de los países prósperos, desacostumbrados, tras décadas sin guerras, a sufrir en carne propia una acción armada de semejante magnitud.

La obra no se detiene en aquel instante fatídico, busca a los protagonistas institucionales y no puede dejar de recrear el sorprendente momento en el que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recibió la noticia del ataque al oído de boca de un colaborador, mientras visitaba una escuela de Florida, sin que durante casi dos minutos, perplejo, fuera capaz de reaccionar al mensaje: «América está siendo atacada».

A partir de ahí, ‘El día que cambió el mundo’ se centra en la cascada de reacciones que escribieron parte de la hoja de ruta de la política internacional de las dos primeras décadas del siglo XXI.

Principalmente, la búsqueda y captura del autor intelectual de los atentados, el saudí Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda, convertido para Occidente en la nueva representación de ‘el Mal’, la ocupación de Afganistán, la guerra de Irak, Guantánamo y los ataques yihadistas que sacudieron Europa.

​Otras miradas

‘9-11: Artists Respond Volume One’, se publicó el 1 de enero de 2002, y se trata de una recopilación de historias gráficas realizadas por los autores más significativos del noveno arte. Entre ellos Will Eisner, Frank Miller, Layla Lawlor, y un centenar más. Las ganancias por las ventas de este volumen fueron destinadas a The World Trade Center Relief Fund, Survivors Fund, September 11th Fund, y el fondo Twin Towers Fund.

El segundo volumen, también a beneficio de las mismas fundaciones, llevó por título ‘9-11: The World’s Finest Comic Book Writers & Artists, Tell Stories to Remember’.

En el año 2004, la editorial catalana Norma también publicó ‘Sin la sombra de las torres’. Una obra referencial que lleva la firma de Art Spiegelman, el autor de la magistral ‘Maus’, quien fue testigo directo de lo que acontenció aquel 11-S y en cuyo trabajo lanzó una crítica implacable contra la administración Bush.

Sid Jacobson y Ernie Colón son los firmantes de ‘El informe 11-S’ (Panini). Se convirtió en todo un best seller gracias a su estilo riguroso, casi documental, a la hora de abordar los acontecimientos del 11-S.

El surcoreano Kim Jung Gi es el autor de ‘McCurry, NY 11 septiembre 2001’ (Diábolo ediciones), en la que se combina fotografía y dibujo y en el que se aporta la visión de los acontecimientos a través de las secuencias captadas por el objetivo del fotógrafo Steve McCurry.

Cinco años después del 11-S, el novelista Fabrice Colin y el dibujante Laurent Cilluffo publicaron bajo el sello Sinsenstido ‘World Trade Angels’. Sus 100 páginas narran la odisea emocional del neoyorkino Stanley Middle tras el terrible acontecimiento. La obra incidió en la repercusión anímica individual de un trauma colectivo.

El día que Spider-Man llegó tarde

El primer cómic que recogió el impacto del 11-S fue la saga ‘The Amazing Spiderman’, donde el superhéroe contempla impotente la caída de las torres. Ha llegado tarde y solo le queda colaborar con el rescate.

En diciembre de 2001, Marvel lanzó el especial ‘Heroes’, donde los bomberos, policías, vecinos y pasajeros de avión, entre otros, asumían el rol que habitualmente se otorga a los justicieros.

Más tarde se editó ‘A moment of silence’, donde se presentaban cuatro historias sin palabras centradas en los equipos de rescate y sus actuaciones el mismo día del atentado.