Amaia Ereñaga
Erredaktorea, kulturan espezializatua

La Polla Records se va de alfombra roja... y lo peta

Famosos llegando en cochazo a la alfombra roja, que no es tal porque, debido a las medidas sanitarias, no hay público... Eso en teoría, ya que hay mucha gente en las esquinas. En paralelo a la no-alfombra, justo al lado, un grupo de veteranos punkies proclaman «¡Viva La Polla Records!».

Si hace cuarenta años, a los de la La Polla Records les dice alguien que iban a protagonizar una película y que, además, serían protagonistas de una especie de inauguración paralela del Festival Internacional de Cine de Donostia, se lo hubieran tomado a cachondeo.

Alguna barbaridad hubieran dicho, seguro. Con José Luis Rebordinos, director de Zinemaldia, vestido de estricto look de gala en las escaleras del K2, ha arrancado la noche de este viernes el estreno de 'No somos nada', el documental rodado por el chileno Javier Corcuera en homenaje a la banda icónica de Agurain.

Luego Rebordinos ha tenido que salir corriendo, en esta especie de desdoblarse en dos que le obliga el festival, y más en este segundo año bajo el signo de la pandemia. Porque en el auditorio del Kursaal se ha desarrollado la inauguración oficial, los modelos de fiesta, el reconocimiento a Marion Cottillard con el Premio Donostia.

Al lado, en el cubo pequeño, el reconocimiento por sus fans a una banda que ha marcado a varias generaciones. Un detalle de coincidencia entre ambos recintos: la primacía del color negro. Estiliza, que se dice. Para los punks, un básico.

«¡Larga vida a La Polla Records!»

Evaristo, casi irreconocible con unas melenas que se ha dejado, juega y distrae a su hija fuera de la sala mientras se desarrolla la proyección. Dentro, la historia de este país en la pantalla, y el descubrimiento para muchos de la gran cantidad de seguidores que tienen los de Evaristo en Latinoamérica. De hecho, Javier Corcuera es uno de ellos. Como ha explicado el cineasta, cuando recibió la propuesta dijo enseguida que sí, era la oportunidad de rodar el regreso de la banda después de un lapsus de casi veinte años.

Aplausos, emoción por el recuerdo a aquellos años de juventud, por aquellos que ya no están y se quedaron por el camino, y, como ha resumido uno de los asistentes al estreno, la sensación ha sido un «gracias por haber vuelto». Y ovación a la frase de «¡Larga vida a La Polla Records!». 

Eso sí, la gira puesta en marcha para el regreso de la banda no supone su vuelta, sino un adiós definitivo, por lo que ha recalcado Evaristo. La pandemia ha trastocado muchos de los conciertos que tenían previstos para el 2020: algunos aplazados, tres están en 'pause' y otros sine die... Hasta 2022 no esperan llegar con la banda, sería demasiado,

«Ha sido una ilusión haber estado otra vez, y no pensábamos haber estado», ha apuntado un emocionado Abel, al que no le gusta hablar en público pero que, en las distancias cortas, como se muestra en el cortometraje, es la memoria viva de la banda.

Y para acabar, un pensamiento de Evaristo: «Yo creo que ha habido punkies desde la prehistoria, que hacían cosas muy bonitas e iban en contra del varanda, seguro. Y seguro que había gente que les daba caña a los policías en Roma. Seguro también que había gente que les echaba zancadillas a los de la Inquisición y seguro que había gente que resistió al franquismo, que hay gente que pide todo tipo de libertades. Y seguro que algún día vamos a acabar con ellos, ‘mecagüendios’».

Aplausos, abrazos y a por unas cervezas. En el exterior sigue el glamour, la gente disfruta del viernes como siempre (como le deja la pandemia, más bien) y, por dentro, aquellos que vivimos los 80 seguimos sorprendidos de que aquella época ahora se haya puesto de moda. En los 70 si se lo hubieran dicho a Evaristo y Abel... hubieran flipado, que se dice.