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Alde Zaharra de Iruñea recuerda a Mikel Castillo con denuncia de la impunidad

Vecinos de Alde Zaharra han recordado este sábado en Iruñea a Mikel Castillo, muerto por los disparos de un policía cuando estaba en el interior de un coche en la calle Redín hace 31 años. En este acto de memoria se ha denunciado la impunidad del autor de la muerte.

Flores en recuerdo a Castillo, justo donde cayó muerto. (Idoia ZABALETA | FOKU)
Flores en recuerdo a Castillo, justo donde cayó muerto. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Vecinos de Alde Zaharra de Iruñea han recordado este sábado a Mikel Castillo Furtado, muerto por los disparos del policía Rafael Navarro Vacas en la calle Redín de la capital navarra el 18 de setiembre de 1990, hace 31 años. Asimismo, han denunciado la impunidad que existe en este caso hasta el día de hoy.

En el acto se ha bailado un aurresku y se han colocado flores ante un símbolo de recuerdo del joven, justo en el punto en que cayó muerto.

En una carta publicada por NAIZ hace tres años, Begoña, hermana de Mikel Castillo, ponía el acento en la impunidad de esta muerte y el sufrimiento que ha supuesto para sus allegados en estas tres décadas. «Lo asesinaron de un tiro en la espalda. Porque le dispararon por la espalda. No fue un tiro casual, fue premeditado e impune, un disparo hecho por un policía profesional, preparado y entrenado, para disparar y no precisamente a los arboles. Rápidamente la maquinaria mediática se puso en marcha. Si a Mikel le dispararon a las 9.30 de la mañana, a las 11 ya nos informaban de que era un ‘terrorista’», señalaba.

«La familia, ese mismo 18 de setiembre, puso una denuncia contra el policía nacional Rafael Navarro Vacas por el asesinato de Mikel. Este mismo policía declaró que Mikel iba armado y que lo hizo en defensa propia. La versión oficial habla de tiroteo, y eso es mentira. Mikel estaba dentro de un coche, para más señas un Seat 133, un coche muy pequeño. El policía dijo que Mikel forcejeó y que en la mano llevaba una pistola. Mikel media 1,90 y no era zurdo, con lo cual le habría sido difícil moverse en un espacio tan pequeño, forcejear con la mano izquierda (se supone que en la derecha llevaría la pistola) abrir la puerta del coche, tirar al policía al suelo y salir corriendo», cuestiona la versión oficial, que destacó que Castillo iba a atentar contra un narcotraficante en su calidad de miembro de ETA.

«Es lógico pensar que, si Mikel llevaba la pistola en la mano, le habría disparado y punto pelota. Claro que la pistola solo la vio el policía. Incluso los análisis de parafina que le hicieron a las manos de Mikel dijeron que no había manejado armas, así que el policía en ningún momento evitó el asesinato de Mikel. En su versión el policía dijo que en el tiroteo Mikel cayó al suelo. ¿Tiroteo? ¿Qué tiroteo? Si solo disparó el policía. Al caer Mikel al suelo herido de muerte, al policía le da tiempo de retorcerle el brazo, pisarle el cuello, coger la pistola y guardársela, mientras los vecinos, testigos de todo, le gritaban ‘¡Llama a una ambulancia que lo has matado!’. Testigos que en el juicio declararon que Mikel no iba armado. ¿Cómo es posible que un profesional manipule pruebas a su conveniencia y se dé por bueno?», añade la hermana de Mikel Castillo.

El policía autor del disparo fue condecorado a los quince días en Iruñea. «A esa condecoración, asistieron el Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, el juez y el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Navarra (quien además fue fiscal en el juicio contra el policía), hasta el presidente de Osasuna. ¿Cómo es posible que a una persona que tiene una denuncia por asesinato se le condecore? ¿Cómo es posible que, a estas alturas, ni Ayuntamiento ni Gobierno foral se hayan molestado si quiera en contestarnos a la familia de Mikel a los diversos requerimientos de que se retiren de esa condecoración, por vergonzosa y humillante?», denuncia.

«Cuando las instituciones que nos representan forman parte de estos actos, lo hacen también representando a la familia de Mikel Castillo Furtado y eso no solo es una aberración, es que te posicionas en el punto de decir que estás de acuerdo con el asesinato de Mikel y lo premias. De ese acto también hay fotos, se pueden ver en las hemerotecas. Cuando te asesinan a un familiar, un ser muy querido, y las instituciones que te representan premian esa fechoría, es muy difícil explicar el dolor terrible que sientes. Ya estas herida, muy herida, tienes que volver a construir tu vida sin su presencia. En ese momento, ya no solo te han matado a ese hermano querido. Lo sientes como una agresión e indefensión, como si dijeran ‘contra Mikel Castillo y su familia vale todo’», lamenta.

«En el caso de los representantes judiciales, sin necesidad de juicio ya habían dado su sentencia. Con lo cual el juicio, que se celebró dos años después, fue una charlotada, y desde luego, en ningún caso, fue justo. Más cosicas que voy a traer al recuerdo: en aquellos años 90, en aquel gobierno socialista presidido por Felipe González, se crearon los GAL, donde no sé cuanto personal, incluidos ministros de Interior, fueron a la cárcel. Exceptuando a la «X» que no sabemos quién es. Aquí en Navarra teníamos a Urralburu como presidente del Gobierno Foral, quien gritaba desde sus altavoces que a los familiares de militantes de ETA nos llamasen ratas y nos escupiesen por la calle. Presidente que por cierto fue enjuiciado por corrupciones, junto con su señora, testaferro y algún consejero, Roldán de director de la Benemérita, un delegado del Gobierno, enjuiciado también por corrupciones en la Delegación del Gobierno Español en Navarra, y un jefe de la Policía Nacional investigado por pertenecer a los GAL. En Irún, destino en el que estaba antes de venir a Pamplona, se le conocía como ‘Blancanieves’. Viendo la integridad, decencia y honradez del personal, no es de extrañar que el día que asesinaron a Mikel, todo este entramado se diera prisa en condecorar al policía», añade.

Begoña Castillo explica en ese artículo que están intentando recopilar información sobre la muerte de su hermano. «Y nos contestan que no existe, como en el caso del Hospital de Navarra, o no contestan, como la sala 2 del Tribunal Superior de Justicia de Navarra o como en el caso del Registro Civil. Nos dan el parte de defunción, con una nota en el margen, que pone ‘Que por orden judicial, no se pueden saber las causas de la muerte’. Casi suena a chiste malo, sobre todo cuando me dicen que es por la protección de datos». relata.