El 5 de octubre Iñigo Urkullu organizó un acto institucional en el atrio de Lehendakaritza para anunciar el fin de las restricciones activadas para hacer frente a la pandemia de covid-19, salvo las relativas al uso de la mascarilla y el metro y medio de separación interpersonal, que dependen de la legislación estatal.

Cabe señalar que en otras comunidades como Nafarroa, la comunicación de la recuperación de la normalidad se hizo a través de una rueda de prensa de la lehendakari, María Chivite, y de la consejera de Sanidad, Santos Indurain. En Extremadura, simplemente lo decidió el Gobierno y se publicó en el Boletín Oficial.

En la CAV, Iñigo Urkullu optó por reunir a todos los miembros del LABI técnico y del político, incluidos aquellos consejeros de la legislatura pasada para, al mismo tiempo que comunicaba el final hoy de la situación de emergencia sanitaria, agradecerles el trabajo realizado desde marzo de 2020. Fue un acto institucional retransmitido en directo por televisiones y radios, que ha habido quien lo ha calificado de «autohomenaje».

No hubo posibilidad de preguntas y, en su discurso, el lehendakari hizo aseveraciones como que «en Euskadi se han realizado más test; ha habido menos personas hospitalizadas e ingresadas en UCI. En Euskadi se ha vacunado a más personas. Además, el incremento de personas fallecidas en el período covid ha sido inferior al de nuestro entorno».
 
Más «exceso» de muertes

Las cuatro afirmaciones son cuestionables con los datos oficiales existentes. Empecemos por la situación más grave, la relativa a las muertes. Según Iñigo Urkullu, en la CAV «el incremento de personas fallecidas en el período covid ha sido inferior a nuestro entorno».

Sin conocer qué estadísticas ha utilizado Lehendakaritza, cabe recurrir a datos oficiales, como los que ofrece el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), en base a la información de mortalidad por todas las causas que se obtiene diariamente de 3.999 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia. El sistema viene comparando las muertes registradas con el número de fallecimientos que se estimarían normales sin la pandemia.

El resultado es que en la CAV se ha dado un «exceso» de muertes del 28,38% por encima de lo estimado, entre el 15 de marzo de 2020 y el 17 de setiembre de 2021. Esa cifra es mayor que la media del Estado, que fue del 20,13% en el mismo periodo.

Mayor proporción de fallecidos

Según el informe hecho público por el Ministerio de Sanidad con fecha del 5 de octubre, desde el inicio de la pandemia en la CAV han fallecido 4.963 personas, lo que supone una «letalidad global» del 1,9% sobre el número de enfermos infectados detectados. La media del Estado es de 1,7%. La de Nafarroa, 1,5%.

Esos datos suponen que en la CAV, desde mediados de marzo hasta ahora, ha fallecido el 0,22% de la población total. Esa proporción, en el caso de Nafarroa, es del 0,18% de sus habitantes. En el Estado es también del mismo 0,18%.

Cabe señalar que el Ministerio de Sanidad ofrece una cifra de 4.963 fallecimientos, mientras que el último boletín hecho público por el Departamento de Sanidad es de 4.747 muertes con covid. El desfase puede estar en desajustes que se dieron en los primeros tiempos de la pandemia que desbordaron todos los sistemas. Admitiendo esa cifra, la proporción de decesos con respecto a la población sería del 0,216%, lo que también se sitúa por encima del 0,18% de la media del Estado.

Con los datos en la mano, lo dicho por el lehendakari en su discurso, dando a entender que en la CAV ha habido menos muertes con covid-19 que «en nuestro entorno», habría que ponerla en cuarentena.

¿Más test y más vacunas?

En su intervención ante los LABI y en directo para la ciudadanía, el lehendakari Iñigo Urkullu aseguró que «en Euskadi se han realizado más test» y que «en Euskadi se ha vacunado a más personas». Cabría preguntarse ¿más que en dónde?

En lo que a los test se refiere, según los datos homologables del Ministerio de Sanidad con fecha del 30 de setiembre (último dato disponible), en la CAV se habían realizado 3.603.424 test tanto PCR como de antígenos. Esto supone haber hecho 1.666,65 test por cada 100.000 habitantes. Significa que se han efectuado mucho test, pero no es la comunidad que más ha hecho. El ratio de Nafarroa es de 1.863,74 test por cada mil habitantes, y en Illes Balears de 1778,37. La media del Estado es de 1.259,32 pruebas diagnósticas por cada 100.000 habitantes.

En cuanto a las vacunaciones, materia en la que el lehendakari se felicitó de que «Euskadi se sitúa en el grupo de cabeza del mundo», el informe del 5 de octubre del Ministerio detallaba que la CAV había vacunado con dosis completa al 88,8% de la población diana mayor de 12 años, lo que está muy bien, pero por debajo de Galicia (92,5%), Asturias (92,1 %), Extremadura (91,9%), Cantabria (89,8%) y Castilla y León (89,5%).

Por lo tanto, se puede comprobar que, como dijo el lehendakari, en la CAV se han hecho «más test» y se ha «vacunado más» que en unos lugares, pero también menos que en otros.

UCIs y trazabilidad

Iñigo Urkullu también afirmó que «ha habido menos personas hospitalizadas e ingresadas en UCI». Según los datos del Ministerio, la tasa de ocupación hospitalaria por 100.000 habitantes ha sido del 8,11 en la CAV, mientras que la media estatal es de 5,29. En cuanto a las UCIs, la tasa de ocupación ha sido de 1,80, y la media del Estado, 1,27. En estos momentos, el porcentaje de camas ocupadas en las UCI en la CAV es del 10,31%. Solo superada por Madrid (13,01%). La media estatal es del 6,61%.

Otro de los datos importantes para atajar la pandemia es el de la trazabilidad de los casos. En la CAV es del 45,8% de los casos. Únicamente Andalucía, con el 45,5%, está por debajo. En Nafarroa asciende al 71%, en La Rioja al 60,3% y en Cantabria al 56%. Por mencionar las comunidades colindantes. El «entorno» al que se refirió el lehendakari.