El cine australiano de género –ya sea el western, la road movie o el thriller policial– siempre ha tenido un sello distintivo gracias a la atmósfera única y excepcional que le proporcionan sus paisajes inhóspitos.
El experimentado Robert Connolly, conocido por dirigir al veterano actor Anthony La Paglia y por su biopic ‘Underground: La historia de Julian Assange’ (2012), adapta la tensa y potente novela de Jane Harper, de la que toma su título de ‘The Dry’ (2020) en la versión original.
En realidad no tiene más que seguir el relato al pie de la letra, pero la adaptación gana enteros en la elección de Eric Bana como protagonista, en la que ha sido calificada como la mejor interpretación de su carrera.
Desde luego el del inspector Falk es el más complejo que ha hecho, pues se trata de un agente federal que regresa a su pueblo natal, un apartado lugar a un día de Melbourne, que se llama Kiewarra. Lo tuvo que abandonar en la adolescencia, a resultas de su implicación en la muerte de una niña que apareció ahogada.
Precisamente, asiste al funeral del amigo que también estuvo implicado en el suceso y que en el presente se ha suicidado tras matar a su familia. El ambiente a su vuelta no puede ser más hostil, a lo que hay que añadir el malestar general causado por una sequía de más de dos años.