Jon Ormazabal

El Glorioso sigue sin poder sacudirse el embrujo nazarí (2-1)

Después de desperdiciar toda la primera parte y ser muy superior en la segunda, un Alavés muy blando en las áreas, con errores groseros en ataque y defensa, deja escapar en el 87 un partido que había empatado seis minutos antes.

Laguardia y Martín tratan de frenar a Luis Suárez. (Antonio L. JUAREZ/AGENCIA LOF)
Laguardia y Martín tratan de frenar a Luis Suárez. (Antonio L. JUAREZ/AGENCIA LOF)

Son muchos los que, por su belleza, hablan del embrujo nazarí de Granada, una ciudad que, sin duda, tiene abducido a un Alavés que lleva demasiado tiempo sin poder puntuar allí. Y la derrota de esta noche es de las que dan de pensar que existe algo paranormal en el Nuevo Los Cármenes, porque por mucho que desperdiciara la primera parte, fallos como el de Laguardia en el rechace del primer gol, el grosero error de Toni Moya a puerta vacía –el gol albiazul también tuvo lo suyo– y que los puntos se esfumaran en el 87, en un corner, la mayor fortaleza albiazul, no son normales.

Calleja ha salido con el once esperado, pero la puesta en escena albiazul ha sido mucho peor de la prevista, ha sufrido bastante por los laterales en defensa, hasido mucho menos directo que en partidos anteriores y, tras un primer aviso de cabeza, Antonio Puertas ha adelantado al equipo local antes del primer cuarto de hora de juego tras aprovechar un mal despeje de Laguardia tras una jugada muy embarullada.

Sin ninguna capacidad de generar desde la medular y sin poder conectar por Joselu por alto, a los albiazules se les ha hecho imposible reaccionar. Así, un flojo disparo desde lejos de Toni Moya y un balón desde la izquierda en el que Pere Pons no ha sabido sacar partido al despiste de la zaga local han sido el pobre bagaje ofensivo alavesista. Es más, ha sido el Granada, en una jugada de estrategia en un corner, otra vez con Puertas como rematador, el que más cerca ha tenido el segundo gol. Con una presión bastante adelantada, el equipo nazarí desconectó la salida de balón gasteiztarra, sin ideas y totalmente inoperante en ataque.

Sin embargo, en la reanudación apenas ha necesitado un minuto para que Toni Moya fallara un gol cantado en un pase de la muerte de Rioja desde la izquierda tras otro error de una defensa local a la que se le veían las vergüenzas a poco que se la pusiera a prueba.

Calleja ha conseguido en el descanso que su equipo diera un paso adelante y el partido se ha abierto, con mejores oportunidades para los albiazules. Sin ser tan claras, porque prácticamente es imposible, Joselu y Luis Rioja también han dispuesto de magníficas oportunidades para conseguir un empate que, sin duda, han merecido sin hacer un partido extraordinario.

Gol de rebote

Y tras haber hecho méritos más que suficientes para empatar de una manera más ortodoxa, el 1-1 ha llegado en un autogol de Abram, que ha enviado a su portería un centro desde la izquierda de Luis Rioja, el mejor albiazul, en el minuto 81.

Viendo la tendencia del partido y la forma en la que había crecido el Glorioso en la segunda mitad, parecía que el equipo gasteiztarra estaba en condiciones de sacudirse el gafe granadino, pero el botín se le ha esfumado como arena entre los dedos en otra jugada para analizar muy seriamente. Y es que, cuando lo más difícil parecía hecho, la defensa albiazul ha permitido rematar dos veces al Granada dentro del área en un corner y se ha dejado unos puntos ante un rival que para nada ha sido mejor.