Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

El ‘Amarcord’ de Abelin

Abelin Linazisoro, en la Korrika 18.
Abelin Linazisoro, en la Korrika 18. (Gorka RUBIO | FOKU)

Recordado por su paso por ‘Goenkale’, como actor de doblaje en euskara en los primeros tiempos de ETB1 y por su faceta como escritor, Abelin Linazisoro fue una personalidad cálida y cercana y, sobre todo, un cinéfilo que almacenaba en su memoria multitud de secuencias que fue archivando y mimando desde que fue seducido por la magia de una pantalla en el ya desaparecido Gran Hotel Amaya.

Un flechazo infantil que él recordó como una secuencia más dentro del ‘Amarcord’ de Fellini que tanto le apasionaba y que perpetuó en el transcurso de los años. Una relación que siempre le acompañó, tanto en los buenos como en los malos momentos, incluso cuando sufrió las torturas policiales que le marcaron.

Un paso de cebra, la espera en la cola del supermercado o un cruce en la calle Erribera de Zumaia servían de punto de encuentro casual para que Abelin te parase y te preguntara por las películas que albergaba la cartelera y te aportara las impresiones que le habían generado las tres o cuatro películas que veía por semana.

La risa era una constante en sus conversaciones, muchas de ellas surgidas tras las proyecciones del Ostarrena Zinekluba al que perteneció desde su origen, en aquel gran hotel que es hoy una sombra fantasmal cubierta de esa niebla con la que Fellini rodeó sus mejores sueños, ese territorio que Abelin también hizo suyo.