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La Fiscalía duplica su petición para Cabezudo hasta casi llegar a los 250 años de prisión

El fiscal del Caso Cabezudo, Jorge Bermúdez, ha modificado su petición de condena para el fotógrafo donostiarra acusado de distintos delitos de índole sexual, elaboración de pornografía infantil y estafa, entre otros, hasta casi «duplicar» los 121 años y medio de prisión que demandaba inicialmente.

Imagen del juicio contra Kote Cabezudo.
Imagen del juicio contra Kote Cabezudo. (Maialen ANDRES | FOKU)

La Fiscalía ha duplicado su petición para el caso de Cabezudo hasta casi llegar a los 250 años de prisión. Al término de la sesión del juicio celebrada este jueves, Bermúdez no ha concretado la cantidad exacta de años que solicita ahora para el procesado, aunque sí ha especificado a los periodistas que «prácticamente se ha duplicado» para casi llegar a los 250 años de prisión. Por su parte, la acusación particular, en representación de 14 demandantes, solicita para Cabezudo 2.388 años de cárcel.

En la decimoquinta jornada de la vista oral, que por estos hechos se desarrolla en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, han comparecido médicos forenses y psicólogos que realizaron informes sobre las víctimas en 2016 y 2018 durante la instrucción.

En declaraciones a los medios tras la sesión, el fiscal Jorge Bermúdez ha señalado que «a la vista de lo que se ha visto en el acto del juicio, donde se han aportado vídeos en los que se permite datar concretamente la fecha en la que se hubieran producido las agresiones o abusos sexuales, que relatan las víctimas y a las que la acusación da credibilidad», se han modificado las peticiones iniciales, «de forma muy sucinta al relato de hechos, porque si se modifica éste en un extremo importante, daría lugar a una indefensión del acusado».

Así ha señalado que «únicamente lo que se ha hecho es concretar unas fechas y, en otros casos, decir que no fue una única vez», sino que los abusos sexuales tuvieron lugar «de forma continuada». «En suma, se ha puesto fecha y se ha cuantificado el número de actos punibles que corresponden al acusado y, en este sentido, se ha pedido hasta ocho delitos de violación», ha indicado.

En cuanto a los delitos relacionados con la elaboración de pornografía con menores, Bermúdez ha indicado que «se han considerado especialmente degradantes y vejatorios», puesto que «se pone nombre y apellidos» a las víctimas, que «han sido identificadas por su entorno al tenerse conocimiento de estos hechos», lo cual ha supuesto en ellas «un especial sufrimiento».

«Así se ha considerado que no tiene que ser del básico, que va hasta los cuatro años de prisión por la fecha en la que se produjeron los hechos, sino que tiene que ir hasta los ocho años de prisión para cada una de las personas que aparece en ese material pornográfico», ha señalado.

En cuanto a las agresiones sexuales, ha afirmado que «se pide 15 años de prisión por cada una de ellas» y en «los abusos sexuales en los que habiendo intimidación, no ha habido acceso carnal, es decir introducción del pene, de algún otro miembro corporal o de algún objeto por vía anal o vaginal, en esos casos se pide la pena máxima para esos hechos que son diez años». «En suma haciendo una cuenta rápida y no fiable prácticamente se ha duplicado la petición inical de pena y nos iríamos a los 250 años de prisión», ha señalado.

Por otro lado, ha señalado que en lo referente al delito de estafa, se ha considerado «no consumada sino en grado de tentativa», por lo que se reduce la pena solicitada a 11 meses de cárcel. En cuanto a las indemnizaciones, ha indicado que una de las demandantes ha renunciado.

El fiscal ha opinado que «en cualquier caso, no es una acusación sorpresiva habida cuenta que la petición de la acusación particular es muy, muy superior», solicitaron 2.388 años de cárcel, por lo que, a su juicio, no se están «excediendo», sino que se atienen a lo que consideran que ha quedado «acreditado».

Psicólogos y forenses

Respecto a los forenses y psicólogos que han declarado como peritos para dar cuenta de informes sobre seis de las víctimas del fotógrafo, todos han dado cuenta de sintomatología «ansiosa» relacionada con los hechos denunciados, aunque, si bien, en algunos casos «no se podía establecer un nexo de causalidad exclusivo con los hechos denunciados», ya que se añaden otros «factores de estrés» y vivencias a lo largo de sus vidas.

En este sentido, en el caso de dos de estas mujeres, los expertos han apuntado problemas derivados del consumo de tóxicos.

Respecto a la víctima que denunció haber sido violada hasta en 150 ocasiones por el acusado, al que conoció cuando tenía 14 años, han explicado que cuando la entrevistaron, nueve años después de los hechos denunciados, manifestó «sentimientos y verbalizaciones psicológicas en relación a rabia, vergüenza y culpabilidad» por lo acontecido.

Al respecto, han indicado que algunas de estas mujeres les relataron la «vergüenza» sentida al conocer que las fotografías y vídeos que les hizo el acusado estaban colgadas en Internet, lo cual en algunos casos les generó «angustia».

Según han relatado, una de estas víctimas relató «actitudes de connotación sexual hacia ella» en las sesiones fotográficas de Cabezudo, así como sentirse «coaccionada» por él, que incluso «llegó a agarrarla solicitándole ella que le soltara», algo que finalmente hizo, en alguna sesión.

«Humillada y utilizada»

Otra denunciante les contó que con 16 años empezó a hacer sesiones de posado para el denunciado que «le pedía que se desnudara», ante lo cual ella se sentía «humillada y utilizada».

A ello han añadido que, «en alguna ocasión le introdujo los dedos en la vagina y que incluso él se desnudaba y se insinuaba en las sesiones para tener relaciones sexuales con ella».

«Luego se enteró de que había fotos en internet en las que se le podía ver desnuda y ello tuvo bastante repercusión en su vida personal», ha señalado el forense. Una psicóloga también ha afirmado, sobre una de las víctimas a la que continúa atendiendo, que «todavía no sabe muy bien lo que pasaba» en las sesiones con el acusado, en una de las cuales «se le hizo depilar el pubis y fue súper fuerte para ella».

Además, ha señalado que este juicio «le ha causado nerviosismo, pero también reconocimiento y alivio». Otra forense ha apuntado sobre otra de las víctimas que al enterarse por el abogado de la acusación particular que en portales web pornográficos había imágenes de ella, «el miedo a que la gente se entere le causó ansiedad».

El juicio se reanudará el lunes con la pruebas documentales, en concreto la exhibición en sala de dos clips de vídeo, y las conclusiones.