Naiz
Washington

El FMI rebaja sus previsiones de crecimiento y hace caer los precios del petróleo

La guerra en Ucrania es el principal factor –no el único– responsable de la caída en la previsión de crecimiento mundial para este 2022 en las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, que alerta de un escenario económico totalmente incierto. Como reacción, los precios del petróleo han caído.

Gente haciendo las compras en una tienda de comestibles en Monterey Park, California.
Gente haciendo las compras en una tienda de comestibles en Monterey Park, California. (Frederic J. BROWN | AFP)

La rebaja en ocho décimas, del 4,4% al 3,6%, de la actividad económica global con respecto a la previsión publicada en enero se debe «mayoritariamente» a la guerra iniciada por Rusia en Ucrania, aunque según el Fondo Monetario Internacional (FMI) también contribuyen a ella la histórica inflación que se está viviendo en gran parte del mundo y los confinamientos de ciudades enteras que se siguen produciendo por el covid, especialmente en China.

En su informe de perspectivas económicas globales, actualizado este martes en el marco de la reunión anual de primavera del FMI y del Banco Mundial en Washington, el Fondo revisa a la baja las previsiones de crecimiento para 143 estados, lo que supone un impacto sobre el 86% del producto interior bruto (PIB) mundial.

La propia entidad financiera ya alertó la pasada semana de que sus proyecciones son «considerablemente» más inciertas de lo habitual a causa de la guerra en el este de Europa y admitieron que incluso los eventos de los últimos días ya podrían haberlas modificado, como la adopción el 8 de abril del quinto paquete de sanciones contra Rusia por parte de la UE valoradas en al menos 20.000 millones de euros.

«Esta es una de las revisiones a la baja más significativas de nuestras proyecciones», ha comentado el nuevo economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, con motivo de la presentación de las previsiones económicas de primavera.

«La incertidumbre de estas proyecciones es considerable, muy por encima del rango habitual. El crecimiento se podría desacelerar aún más o la inflación podría superar nuestras expectativas», ha asumido Gourinchas.

Los precios de la energía

Gourinchas ha citado como ejemplo de algo que podría derivar en cambios significativos en las perspectivas una hipotética ampliación de las sanciones a Rusia por parte de los Estados miembros de la UE que incluya sus exportaciones energéticas.

«Los principales canales a través de los cuales la guerra en Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia afectan a la economía de la eurozona son el aumento global de los precios de la energía y la seguridad energética», ha señalado el FMI en su informe.

«La guerra en Ucrania está afectando gravemente a la economía de la zona euro», reconoció también el pasado jueves la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, al señalar el descenso de la confianza y la persistencia de los elevados costes energéticos en el día a día de hogares y empresas.

Paradójicamente, los precios del petróleo han caído este martes más de un 5% después de conocerse que el FMI reducía considerablemente las perspectivas de crecimiento global, lo que ha generado temores de una caída en la demanda del oro negro.

Alrededor de las 15.30 GMT (17.30 en Euskal Herria), el Brent del mar del Norte, referencia del crudo en Europa, se desplomaba un 5,35%, hasta los 107,11 dólares el barril, mientras que el WTI estadounidense perdía un 5,46% hasta los 102 dólares.

Ucrania y Rusia, los peor parados

No todos los estados sufrirán de la misma manera el impacto económico de la guerra de Ucrania, como ha resaltado el FMI.

Como es lógico, las peores consecuencias económicas de la guerra se las lleva el país invadido, cuyo PIB se desplomará un 35% en 2022 y los efectos se alargarán por muchos años, incluso si el conflicto llegase a una pronta resolución, según sostiene el Fondo.

Además, no hay que olvidar que Ucrania ya partía de una situación desastrosa, puesto que antes de la invasión rusa era el tercer Estado más endeudado con el FMI, solo superado por Argentina y Egipto.

A 31 de enero de este 2022, Ucrania tenía un saldo pendiente de 9.935 millones de dólares, el 6,9% de la cartera crediticia del Fondo, que ya ha obligado a Kiev a aprobar notables reformas estructurales en varias ocasiones para revisar sus pagos de deuda, como las recogidas, por ejemplo, en 2020 cuando suscribió con el Gobierno de Volodomir Zelensky un acuerdo stand-by de 18 meses con acceso equivalente a 4.450 millones de euros.

En aquella ocasión, el FMI puso dos condiciones fundamentales que fueron ejecutadas de inmediato: El Parlamento ucraniano adoptó una ley del mercado de tierras en marzo y promulgó una ley bancaria que prohibía la devolución de 104 bancos en quiebra a sus propietarios anteriores.

En el caso de Rusia, una de las doce mayores economías del planeta, el FMI pronostica un hundimiento del 8,5% del PIB este año y una caída del 2,3% el próximo.

Si en enero pronosticaba para Rusia un crecimiento del 2,8%, tres meses después y tras más de seis semanas de guerra, la institución internacional ha rebajado en 11,3 puntos esa previsión, y ahora proyecta una fuerte contracción de la economía en el gigante euroasiático.

Estados Unidos y China resisten mejor

En el resto del mundo, el conflicto tendrá un impacto muy desigual y las dos grandes economías del planeta no ven tan resentidas sus previsiones en este informe.

Según el FMI, Estados Unidos crecerá un 3,7% este año y un 2,3% el que viene, lo que supone una rebaja de tres décimas para las previsiones de cada ejercicio.

En China el crecimiento será del 4,4% este año –cuatro décimas menos de lo previsto en enero– y del 5,1% el que viene –una décima menos de lo calculado anteriormente–.

Para Japón la previsión de crecimiento se ha reducido nueve décimas, hasta el 2,4% este año, y aumenta medio punto el que viene, hasta el 2,3.

En la UE, los que poseen «un sector manufacturero relativamente grande y una mayor dependencia de la energía rusa» sufrirán los efectos más graves, con Italia y Alemania a la cabeza, ya que tienen una gran dependencia del gas ruso. Así, estima un crecimiento para Alemania del 2,1% en 2022 –1,7 puntos por debajo de su estimación anterior– y del 2,3% para Italia –un punto y medio por debajo–.

El PIB del Estado francés se incrementará un 2,9% este ejercicio (-0,6 respecto a las previsiones de invierno) y 1,4% en el próximo (-0,4).

En cuanto al Estado español, el Fondo ha rebajado en un punto su previsión de crecimiento para este año, que ahora calcula que será del 4,8%, y ha reducido la de 2023 en medio punto, hasta el 3,3%.