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Novak Djokovic remonta a Norrie y será el rival de Nick Kyrgios en la final de Wimbledon

El serbio, actual número tres del mundo, ha perdido el primer set ante el tenista británico, pero se ha rehecho para ganar los siguientes tres y poder pelear por su séptimo título en la hierba londinense.

Novak Djokovic celebra un punto ante Norrie en su semifinal de Wimbledon.
Novak Djokovic celebra un punto ante Norrie en su semifinal de Wimbledon. (Sebastien BOZON | AFP)

Novak Djokovic y Nick Kyrgios disputarán este domingo (a partir de las 15.00, hora de Euskal Herria) la final masculina de Wimbledon después de que el serbio haya vencido este viernes al británico Cameron Norrie por 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4 y el australiano lograse el jueves el pase a la final tras la renuncia del balear Rafa Nadal de disputar la semifinal por una lesión abdominal.

Djokovic, que acumula 27 partidos seguidos sin perder en Wimbledon, ya es el hombre con más finales de Grand Slam en la historia (32), una más que el suizo Roger Federer y que Nadal. El serbio no pierde en estas pistas desde los cuartos de final de 2017 y está a un partido de sumar su cuarto título consecutivo en el All England Club —sería el séptimo en total en Londres–, una hazaña a la altura de Bjorn Borg y Federer, que lograron cinco, y Pete Sampras, que se quedó en cuatro.

El encuentro ante Norrie parecía poco más que un trámite para el ganador de 20 major, porque el británico es un novato en estos partidos y porque hasta hace no mucho era impensable que disputara unas semifinales en Wimbledon y mucho más que tuviera opciones de ganar.

Su choque previo, en las Finales ATP, con un Djokovic que solo se dejó tres juegos, fue el más claro ejemplo de la brecha tenística que existe entre los dos, pero el británico, con un público enfervorecido a su favor, se ha creído que podía dar guerra.

Los gritos de los ingleses cada vez que Norrie ganaba un punto eran fiel reflejo de aquella final que Djokovic le levantó a Federer en 2019. Se podían contar los adeptos del serbio con los dedos de una mano, mientras que a Norrie le saltaban seguidores a borbotones.

Con esa atmósfera, Norrie, con la cara llena de crema solar, se ha aprovechado de un Djokovic desconcertado por el sol y los casi 30 grados de la capital británica. Tras un primer set catastrófico, con doce errores no forzados y tres saques cedidos, Djokovic, avistando una debacle histórica, se ha puesto la gorra. Gesto a priori anecdótico, pero con el que ha cambiado el encuentro. 

Ha reducido la sangría de errores no forzados (ha cometido solo 9 en los dos siguientes sets) y se ha merendado a Norrie, que ha cumplido los pronósticos y no ha podido derribar al seis veces campeón en la Catedral.

No estaba aún así cómodo el de Belgrado, que se ha quejado en numerosas ocasiones a su banquillo, pero tampoco ha necesitado su nivel más excelso para impulsarse ante el inglés. Con un parcial de 18 a 9 le ha quitado cualquier opción que pudiera tener y ha ahogado los gritos del público británico, que ha confiado en su chico hasta niveles insospechados.

Con el triunfo, Djokovic aspirará este domingo a su Grand Slam número 21, a uno de Nadal y uno por delante de Federer. Sería su séptimo Wimbledon, empatando a Pete Sampras, a uno del suizo y a dos del récord total de Martina Navratilova.

La final femenina, por su parte, la disputan este sábado (15.00, hora de Euskal Herria) la tunecina Ons Jabeur y la kazaja Elena Rybakina.