Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

«Fire of Love»

El que existan varios documentales sobre Katia y Maurice Krafft, incluso dos de ellos coincidentes en el tiempo, lejos de suponer un problema, es una suerte porque nos permite conocer mejor su vida personal y obra científica. Y si les dedican una ficción también será bienvenida, porque entre ambos reunieron mucho material, que resulta valioso tanto para la investigación como para intentar comprender la razón por la cual arriesgaron sus vidas hasta el límite. Tal era su pasión por los volcanes que la compartieron desde que se conocieron cuando eran estudiantes, haciendo que sus tomas de muestras y análisis a pie de campo supusieran un gran avance en la vulcanología moderna. Pero hay algo más profundo, que conecta con la propia naturaleza humana y nuestra relación atávica con el fuego que surge desde el interior de la tierra.

No hace falta ser muy cinéfilo para darse cuenta de que este es un tema para Werner Herzog, y cierto es que el maestro alemán se ha interesado por él a lo largo de su filmografía como documentalista de excepción. Su primer contacto inconcluso lo tuvo con ‘La Soufrière’ (1977), que le mantuvo pendiente de este volcán de la Isla de Guadalupe. Mucho más recientemente hizo ‘Dentro del volcán’ (2016), guiado por el vulcanólogo Clive Oppenheimer, y donde ya había espacio para Katia y Maurice Krafft. Al disponer de más de doscientas horas de material de archivo dejado por la pareja, ya les rinde tributo por entero en ‘The Fire Within: A Requiem for Katia and Maurice Krafft’ (2022). Aunque se trata de personajes reales muy similares al Timothy Treadwell de su película ‘Grizzly Man’ (2005), muerto por las garras de uno de los osos con los que intentó convivir en Alaska llevado de su desmedido amor hacia esos animales salvajes, lo cierto es que el primer documental sobre la pareja fue del canal público de televisión estadounidense PBS. Lo realizó David Heeley, y se titula, para quienes quieran verlo en Internet, ‘The Volcano Watchers’ (1987). Entonces todavía estaban vivos, ya que fallecerían cuatro años después en plena erupción del volcán japonés del Monte Uzen, cuando en aquel fatídico 1991 perdieron la vida junto a 41 miembros de su equipo, incluyendo a periodistas científicos y bomberos.

Cualquier imagen relacionada con semejante tragedia colectiva resulta de enorme impacto, pero la documentalista estadounidense Sara Dosa ha intentado combinar en ‘Fire of Love’ (2022) los momentos dolorosos con otros llenos de vitalidad y de humor. Y es de justicia, puesto que la filosofía Krafft consistía en poco menos que una fusión espiritual con la lava, a la que no le temían y con la que necesitaban entrar en contacto, aproximándose a ella lo máximo posible. Eran plenamente conscientes del peligro que corrían, pero formaba parte de su trabajo y de su pasión.

Era lo que unía a Katia y Maurice desde que se conocieron en la Universidad de Estrasburgo, donde ella cursaba estudios de Física y Geoquímica. A partir de su bautismo de fuego en el Stromboli, y de su primer éxito conjunto en 1968 con el volcán islandés Kverkfjöll, que siguieron hasta culminar con sus videos de prevención contra volcanes grabados en el Monte Santa Elena en 1980. En todo ese tiempo fueron diseñando trajes y cascos especiales que les permitían adentrarse en el infierno de magma candente.

‘Fire of Love’ (2022) triunfó en el festival de Sundance, en el que además de llevarse de la fuerte puja entre plataformas un contrato millonario con National Geographic, obtuvo el premio al Mejor Montaje, a cargo de Erin Casper y Jocelyne Chaput.

Sara Dosa es una joven documentalista que ya cuenta con trabajos premiados como ‘The Last Season’ (2021), sobre veteranos de guerra reconvertidos en recolectores de hongos; ‘Nixon and the Men in Black’ (2018), con el histórico concierto de Johnny Cash en la Casa Blanca; y ‘The Seer and the Unseen’ (2019), con la vidente islandesa R. Jónsdóttir.