La tercera jornada festiva ha arrancado este caluroso sábado en Gasteiz entregada a esa mezcla de velocidad, imaginación y locura festiva en la que se convierten las bajadas de goitiberas. Organizada por la cuadrilla de Los Alegrías, el acto ha reunido a una gran cantidad de público en la cuesta de San Vicente.

Mucho antes del inicio de la bajada, espectadores de todas las edades ya habían ocupado prácticamente todo el recorrido y eso que los tres descensos realizados y el posterior traslado de los vehículos de nuevo al punto de salida alargan bastante la duración de la prueba, que ha transcurrido a pleno sol en varios puntos del recorrido.

Aun así, las goitiberas demuestran cada año que tienen su público, entre quien busca las imaginativas creaciones y las ocurrencias de las cuadrillas, quien aprecia la técnica de los vehículos de todo tipo y la pericia de algunos de los conductores, unido al espectáculo que nunca falta a la cita.

En ese recorrido entre fardos de paja se ha visto de todo, desde pilotos dinosaurios al volante de un vehículo de Jurasic Park hasta vehículos con propulsión simulada, seguidos de un rastro de humo azul; con forma de águila, de tanque militar... Muy caseros todos, con bastantes horas previas de trabajo en los garajes muchos de ellos, como el ‘Tanque de la muerte’ de los de Batasuna, sobre un chasis que ya ha estado tres veces antes en las cuestas de Gasteiz.

Antes de la salida, revisión de artilugios, consejos de seguridad y, sobre todo seria inspección de frenos. La prueba es puntuable y el recorrido de la cuesta de San Vicente tiene su dificultad, especialmente en la curva a la altura del ascensor, por lo que la organización ha sido muy estricta con la seguridad.

Las clásicas de rodamientos, las menos

Las clásicas goitiberas sobre rodamientos han sido la anécdota, pero haberlas las ha habido, desde la habitual confeccionada con maderas, sin más asiento que una tabla, hasta las que incorporaban sillas de bar, con elementos de bicicletas reutilizadas, ruedas de remolque...

Entre los participantes pilotos de todas las edades, –la más joven, una chica de 15 años– y un fin generalizado: «disfrutar de la bajada y ofrecer espectáculo», como ha comentado a NAIZ el piloto de Rapi Team, un joven de 22 años que ha creado la goitibera en el taller de casa, utilizando la parte delantera una bicicleta, un eje trasero y ruedas de tubería de PVC, más una silla de bar.

Entre los participantes ha habido también los vehículos habituales de estas pruebas como el Matrizzio Salvatore, de categoría europea, con Karlos Xabier Solis, de Lazkao, al mando, que se ha hecho con el primer puesto en la bajada.

Antes de la primera ronda para probar el circuito, el piloto lazkaoarra ha explicado a NAIZ que algunos de los participantes más especializados en estas pruebas asisten a muchas de estas para «echar una mano» a la organización y mostrar también que estos encuentros no son «solo bajadas de autos locos», en alusión a que junto al espectáculo, la fiesta, las risas... hay también participantes con pericia al frente de vehículos preparados técnicamente para este deporte de inercia.

Lanzamiento de abarcas

La fiesta sigue en las calles con una multitud actos para diversos gustos y edades. Montar en el tranvía da buena cuenta del abanico de propuestas en respuesta al «¿para ir a esto, dónde nos tenemos que bajar?». Muy frecuentado por visitantes de otros pueblos que aparcan a las afueras de la ciudad y por turistas, lo habitual es que se hagan corros en torno a los autóctonos para saber en que parada bajar, cómo obtener bonos de transporte... y consejos antes de entrar en el recinto festivo.

La oferta musical es uno de los grandes ingredientes de esta tarde, en la que blusas y neskas tendrán cita con su paseíllo, pero también con algunos de los actos tradicionales, como el lanzamiento de abarka, a las 18.00 o las ‘desolimpiadas’ (18.30).

La de hoy es también la tarde de Korrontzi en Aihotz Plaza (19.30), a la que seguirá el baile de Larrain Dantza y Txulalai, a partir de las 21.00 horas.